Jorge Oviedo Rueda
Mónica Mancero es una talentosa profesora universitaria. En La Línea de fuego, un periódico digital, acabo de leer un artículo suyo en el que sostiene que la verdadera izquierda en el Ecuador no es la de AP sino la del Acuerdo Nacional por el Cambio, encabezado por Paco Moncayo.
Un partido o un movimiento son de izquierda cuando han sido capaces de tomar posición frente a tres aspectos inherentes a la vida de la sociedad: la economía, el Estado y el poder.
La economía capitalista tiene al planeta al borde del abismo. Con estadísticas de la ONU, más de mil millones de personas agonizan, hoy mismo, de hambre en el mundo; el capitalismo es un fracaso; el Estado, es el Estado capitalista que defiende esos intereses y, el poder político, está en manos de los dueños del capital.
Ni los “autocalificados” partidos de izquierda, ni tampoco los movimientos sociales, han tomado posición frente a estos aspectos, o, mejor dicho, sí, pero no para transformarlos, sino para maquillarlos.
Usted, Mónica, nos recuerda que esa “izquierda” se equivocó al apoyar a Correa que, al fin, traicionó su programa. ¿Cuál? ¿El definido por Acosta, Larrea y demás? No, amiga, ese programa está vigente en AP y, también, en Acuerdo Nacional por el Cambio.
¿Usted cree que Moncayo puede suscribir un programa de izquierda? No. Todo argumento a su favor se agotó cuando se apoyó a Correa. La izquierda verdadera no está ni en AP ni en el Acuerdo Nacional.
La izquierda auténtica se niega a tropezar otra vez con la misma piedra. Cuando a Moncayo le vuelva a latir el corazón en su sitio habrá cumplido su misión. Otra vez, la “izquierda” y la “izquierda social” se quejarán de traición sin poder escapar del círculo vicioso de una historia política mediocre y sin horizontes.