DIOS LE PAGUE

¿Cuándo nos quedamos pobres los ecuatorianos? Siempre hemos sido pobres. Endeudados desde el día de nuestra independencia, quizá antes. La independencia del “yugo español”, nos hipotecó. Siguieron las deudas para construir el país. Y así hasta que llegaron los chinos a someternos con otro “yugo” al siete por ciento. Son maestros en el negocio y el cobro. Los gobernantes, pésimos negociadores, nos hacen pagar con la sangre del diablo, que es exactamente el petróleo.


De pronto dejamos de ser pobretes, sudacas, subdesarrollados, incluso tercermundistas. Nadie imaginó que el barril del petróleo iba a venderse a más de cien dólares. A más de este milagro producido por los árabes, a la señora Elsa de Mena se le ocurrió hacer eficiente el SRI y la recaudación de impuestos. Ahí sí el Gobierno se hizo más rico.


Fuimos ricos. Nadie nos quita lo bailado. ¿Cuándo llegó la pobreza? Con los mareos que produce el poder político. Llegó tanto dinero y los gobernantes no atinaron qué hacer. Pues bien, contrataron la construcción de hospitales, compraron medicamentos, aparatos de última tecnología, edificaron escuelas del milenio, puentes, carreteras. Construyeron edificios para la policía y el 911 en cada pueblo del país, hasta en el más desconocido.


Las obras son capital de inversión. El gasto corriente ha sido monstruoso. Si las obras costaron 10, los empleados que entraron a 38 ministerios se llevaron 200. Esa es la relación. El Estado se convirtió en el merado de empleo más grande de la historia republicana. Comenzó la pobreza. No se invirtió en el futuro de los ecuatorianos. Otra vez nos hundimos.


La novela trágica no termina. No hay puestos de trabajo, y entonces se multiplicó la delincuencia. Salieron a las calles los delincuentes especializados, y pelotón de vendedores de paquetitos de droga. Los traficantes y sus carteles, encontraron en el país, una ruta fácil del paso de la coca para enloquecer a los gringos. Ecuador es un país de fácil entrada y salida.


La pobreza está remachada con algunos tornillos: El modelo económico y político que expandió al Estado hasta límites insospechados, una asamblea obediente, centralización de poderes, una justicia con gafas, un gobernante sin límites en su ejercicio del poder.


Se remata el país, con un presidente arrogante que dividió a las instituciones sociales, destruyó los partidos políticos, desconoció los derechos. Creó opositores fantasmas y desde luego, enemigos. Ridiculizó a la prensa, y a quien se distinga con un pensamiento diferente. Borró la historia donde nuestros antepasados ofrendaron su sangre y sus vidas para darnos libertad, dignidad y seguridad. Pero fuimos ricos siquiera un momento. Como dicen los pobres, dios le pague amito.