Las obras no se destruyen

Vivimos reclamando y con justa razón el abandono en que ha vivido Esmeraldas en lo referente a su cantón y provincia, de que hubo una carencia de obras empezando por las más elementales en lo que tiene relación con agua potable, energía eléctrica, alcantarillado y canalización, lo que abarca construcciones que tienen relación con educación, vialidad, comercio y todo lo que necesita una ciudad donde la gente quiere vivir racionalmente.


Recién en estos últimos 10 años se ha puesto la mirada en la prodigiosa y fértil tierra esmeraldeña que en sus luchas históricas también contribuyó con la independencia y el destierro del colonialismo, así como también nuestro aporte al erario nacional con producciones de tagua, balsa, madera, banano y algo de la riqueza marina. Y en esas circunstancias desenvolvimos nuestras vidas porque “nadie nos paró bola” y porque nuestros votos no pesaban en las decisiones políticas para elegir gobiernos, ni en las decisiones que se tomaban en el Congreso Nacional.


Además, aunque con sus debidas excepciones no tuvimos representantes que por lo menos hicieran respetar nuestros derechos y se convirtieron en simples “alza manos” donde sacaron ventajas para ellos y no para este pueblo que se equivocó al escogerlos y donde se oían gritos de dos grupos políticos, los socialistas y liberales que el pueblo les llamaba ‘canchimalas’ y ‘urracas’ que eran los que ponían autoridades locales cada vez que se turnaban el mandato. De esta forma se atomizó la ciudad y provincia y muchos pueblos de la Patria crecían mientras Esmeraldas seguía de cenicienta y nadie se preocupó de ella.


Con las injusticias que no son eternas y siempre en el camino de la vida hay un momento en que abriéndonos paso logramos ver la luz y ya no dejar huellas en la arena que el viento y el mar se llevan, parece que la sabiduría infinita del Ser Supremo ha iluminado la mente del Gobierno Central y Esmeraldas comienza a brillar en el horizonte. Hoy tenemos buenas vías de comunicación, un puente madre que se incorporó al cantón Esmeraldas con las ricas zonas del norte de nuestra provincia, un campo de aviación internacional moderno, un puerto marítimo que permite el atraque de barcos de alto calado, escuelas del milenio, reconstrucción de hospitales y otros que se están terminando, un nuevo Registro Civil, nueva infraestructura de la Dirección de Educación.