EL PENSAMIETO DEL GOBIERNO

Después del desastre, observamos conmovidos la solidaridad de los ecuatorianos y la ayuda humanitaria de muchos países del mundo. Han venido expertos en rescate, ingenieros con experiencia en desastres. Ellos evalúan la destrucción de casas, plazas, edificios, carreteras, sistemas de electrificación, alcantarillado y agua potable. Llegaron hasta perros rastreadores.


Por desgracia, no se puede medir el sufrimiento. En tres minutos mucha gente se quedó sin casa y sin pertenencias. En un instante miles de ecuatorianos no tienen trabajo y se hunden en la desesperación. El saldo se puede vislumbrar. Hay huérfanos, viudas y viudos, mujeres solitarias que seguirán en la lucha, seguirán reconstruyéndose y levantando nuevos hogares.


Ahora llegó el turno a los funcionarios del Gobierno, especialmente del área económica y social. El país esperó una respuesta técnica, factible y solidaria. Sin embargo, parece que ni el dolor humano los ha conmovido.


El jueves 21 de abril, los medios de información publicaron 5 medidas económicas. El presidente de la República, Rafael Correa, dijo la noche del miércoles, que se incrementará dos puntos porcentuales en el Impuesto al Valor Agregado. Se elevará del 12% al 14 “. Tendrá vigencia temporal de un año. Se establece una contribución por una sola vez del 3% sobre utilidades, y otra del 0,9 sobre personas naturales que tengan un patrimonio mayor de un millón de dólares.


La cuarta medida será el pago de un día de sueldo durante un solo mes para quienes ganan USD 1000. Si la persona gana más de USD 2000, aportará durante dos meses. Pero si la persona gana más de USD 5000 contribuirá cinco días de sueldo. Como quinta medida, el Mandatario indicó que el Estado venderá algunos activos.


Estas medidas reflejan el pensamiento y la acción de un Gobierno. Pone a la vista la actitud de castigo y el espíritu de indolencia. Administró mal más de 200 mil millones. Ni un centavo reservó por si acaso bajen los precios del petróleo o afrontemos alguna emergencia. No precauteló el dinero. Estas medidas castigan a los contribuyentes, técnicamente no dará resultado. Bajarán las recaudaciones.


Más bien debe ser una oportunidad de liquidar el modelo económico. Es urgente cancelar decenas de ministerios inútiles. Suspender contratos de obras gigantescas. Cancelar sabatinas provocadoras. Abrir puertas a la inversión de empresas privadas ecuatoriana y extranjera. En fin, contratar cerebros que piensen en soluciones factibles. Los ecuatorianos no merecemos gobiernos de resentidos, peor autoritarios y egocéntricos. Sólo que ame al Ecuador y a su pueblo.