Defensa de Esmeraldas

El domingo 3 de abril es la fecha que el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha fijado para que se realice la consulta popular en Las Golondrinas del cantón Quinindé, tierras legítimamente nuestras y que pretende, sin argumentos históricos, la de Imbabura. Como esta situación no tiene retroceso, hemos aceptado el desafío y en esta ocasión con una experiencia de mala recordación cuando se cercenó la Provincia Verde con una votación viciada de errores, porque en La Concordia solo estaban registrados cerca de 20 mil votantes y a la hora de ejercer el voto aparecieron unos 10 mil votantes más, lo que permitió el fraude con el cual se llevaron fértiles tierras, cumpliéndose así la aspiración de Santo Domingo de adueñarse de ellas al pasar a ser provincia, porque antes Pichincha fue quien pretendió lo que no era parte de su integridad territorial.


Esmeraldas no puede dejarse sorprender ni actuar con ingenuidad que fue uno de los motivos que se dieron; hoy sus autoridades están unidas y la Prefecta, el Alcalde de Ouinindé y el representante de Malimpia, parroquia a la que pertenece esa tierra esmeraldeña, se han fortalecido para defender lo nuestro, situación que debería verse reforzada por la suma de los demás alcaldes de los seis cantones restantes incluida la Gobernadora de manera obligatoria y sin ninguna evasiva que tenga justificación, porque se trata de defender lo nuestro. Por muchas ocasiones me he referido al tema en Diario La Hora y la radiodifusora Candela, insinuándoles que quienes nos representan no descuiden un segundo de tiempo y se haga una campaña de casa en casa concienciando a la gente.


Además, que se realice una propuesta al Registro Civil para que se elabore un catastro de los residentes en las tierras en disputa para conocer quiénes están radicados por lo menos desde unos cinco años atrás y que los allegados últimamente no vayan a inflar los padrones electorales que son las trapecistas y métodos tramposos que se hacen cuando se quiere perpetuar acciones en contra de natura. Los esmeraldeños ungidos de un auténtico civismo deberíamos realizar una marcha en el Cantón Quinindé y de ser posible en todos los cantones que demuestre nuestro rechazo ante pretendida medida, donde bien sabemos pesan las provincias que tienen muchos representantes en la Asamblea y cargos en la administración del Estado. Aprendamos la lección.