LA RUINA DE VENEZUELA

Don Maduro está luchando, imponiendo sus criterios socialistas que han llevado a la ruina a un país. En Venezuela aumentó la delincuencia, la gente no tiene dinero y tampoco hay qué comprar.


Don Maduro persigue a la empresa privada, arrasó a los medios de comunicación, hasta ahora grita contra el imperialismo yanqui y la oposición. Tiene en su cabeza un pajarito que le conversa y orienta qué hacer.


El país que antes fue uno de los más prósperos de Latinoamérica, registró una caída del 5.7% en la economía y una inflación del 180%, la más lata del mundo. ¿Cómo fue posible este desastre? Tiene el 96% de ingresos por la venta de petróleo. Ahora padece una severa escasez de alimentos básicos y medicinas.


Los ingresos bajaron de 42 mil millones en el 2013 a 12.500 millones en el 2015 por la brutal caída de los precios del petróleo. El dólar para importar alimentos pasó de 6.3 bolívares a 10. La tasa para de la otra economía será “flotante” a partir de 200 bolívares por cada dólar.


El Gobierno de Maduro subsidió la gasolina. La política de subsidios es una tragedia cuando se aplica sin criterio inteligente y técnico. Regaló petróleo a Cuba regodeando su abundancia y perjudicando a los venezolanos. La bonanza fue un espejismo que no tuvo ninguna relación con la realidad.


Los países petroleros del tercer mundo, dependientes de la producción de petróleo, no producen. Los gobiernos que manejan este esquema, destruyeron la iniciativa, la imaginación y el espíritu emprendedor.


¿Qué pasó con este país de las mejores autopistas de los países sudamericanos? El fanatismo y la adoración al fantasma de la revolución del siglo XXI, le hizo un presidente ciego, soberbio y autoritario.


El autoritarismo, la represión, la ausencia de libertad de expresión, los dirigentes políticos encarcelados, son un ejemplo de la situación desastrosa.