El tenis de Ecuador

El Gobierno ha administrado el país como un partido de tenis, y con jugador favorito. Los encuentros de este deporte gana quien comete menos errores. Como están las cosas, ahora dejó de ser privilegiado. Precisamente ha cometido muchas equivocaciones. Repasemos el choque.


Al principio comenzaron utilizando la frase, “la revolución ciudadana”, y esos adornos como “corazones ardientes”, “mentes obedientes”, y otras más. En estos últimos meses el señor Presidente dejó de bromear, y ahora las personas del Gobierno creen firmemente en el autoritarismo.


Al pueblo había que guiarlo, corregirlo, vencer su resistencia, enseñarle que la vida de sacrificio será compensada con el futuro. Como se desconocía el futuro, ahora la gente camina por el presente.


Los revolucionarios del siglo XXI creyeron en la construcción de un mundo, como si el país fuera sin historia, sin una pizca de cultura. De ellos nació la colectivización. No sabemos de qué se trata. Y si el pueblo no entiende hay que hacerlo entender. La letra con sangre entra.


Esa creencia era la única razón de la vida de la revolución ciudadana. Para estos últimos meses los ministros perdieron la razón de reírse de sí mismos. Las bromas del Presidente sólo han sido una burla. El tiempo no está para esto. Los ecuatorianos aprendieron rápido la lección: en Ecuador no se discute.


Así se construye el socialismo del siglo XXI. “Por favor, regala tu miseria. Cada uno tiene que defender la causa y culparse. Alguna vez tienen que olvidar de ser dueños de si mismos. La revolución dispone de cada uno. El precioso yo, la individualidad le regalaron a la revolución”.


El pueblo está mal, vació los fondos y aniquiló el capital y las ganancias. Vendió el petróleo con anticipo y pagó interés por las ventas. Los chinos hicieron el negocio de felicidad. Se ha endeudado de manera descomunal con intereses elevados. El IESS es una institución rica, pero sin dinero, se llevó el poder. En la política interna, el 30 S fue resultado de un reclamo simple de sueldos. Las FF.AA quedaron sin fuerzas ni moral, perdió la dignidad. Las relaciones internacionales han sido peligrosas porque ganó malos amigos, incluida el de Turquía.


Aquí estamos en la mitad del mundo, con una línea equinoccial atravesada y virtual. Pero seguimos en mitad del camino, ahora trabajarán un poco más de la mitad. La vida está en la mitad, anulados de ir arriba o abajo.