¿Seguridad o inseguridad Social?

Si un gobierno incluye en la Seguridad Social a los hijos de los afiliados y convoca, además, a las amas de casa para que se afilien y gocen de beneficios del IESS, debe a la par inyectar los fondos necesarios para que, por una lógica elemental, no termine desfinanciándose esta institución. De lo contrario son acciones irresponsablemente paternalistas y clientelares, como las del actual Régimen.


Las leyes que se promulguen en cuanto a la Seguridad Social deben tener, necesariamente, un espíritu futurista. Como cualquier seguro, el IESS tiene que sostener en el tiempo las eventualidades y las jubilaciones. No es admisible la versión oficialista sobre la suspensión del 40% de aportes al Fondo de Pensión Jubilar, como es también pernicioso el atentado en contra de los denominados fondos previsionales.


La Asamblea Nacional debate un proyecto de ley que busca transferir la administración de 54 fondos de cesantía y jubilación privados a la administración pública, a través del Banco del Afiliado, con el argumento de que el Estado tiene la exclusividad para dar seguridad social, cuando estos fondos provienen de la aportación voluntaria de los trabajadores y, en algunos casos, de la voluntad discrecional del empleador.


El sentido definitivo de los fondos previsionales es constituirse en un ahorro adicional que le posibilitará a un jubilado una pensión mejor para sus años postreros. El Gobierno, que tanto se ha jactado de pluralista y democrático, debe tomar criterio, inteligenciarse en esta materia, a partir de las investigaciones de varios intelectuales, al margen de sus tiendas políticas y en atención a la técnica y al conocimiento.


Marco Proaño Maya, quien ha publicado un libro más en su amplia trayectoria de defensa de los derechos de los afiliados: ‘Seguridad Social y Sociedad Democrática’, evidencia la importancia de estos fondos previsionales y en general del respeto a las instituciones de Seguridad Social. Negar a los jubilados la prestación médica en el caso de enfermedades catastróficas, no solamente es cruel e inhumano, sino decidor de un criterio de desprecio para una edad a la que todos caminamos.


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