Tres notas

La sexta jornada de protestas y plantones, a favor y en contra de la autoridad, registró tres perspectivas complejas. La primera es política: nunca cabe descuidar un proceso electoral cuando se percibe cerca un maloliente tufo con sabor a fraude. El arte de gobernar desnudo porque alguien se exhibe como imprescindible y busca eternizarse en el poder cual boya de salvamento. De ahí que varias fuerzas opositoras patentizan la exigencia de transparencia electoral para el 2017; y, juntos, pisan el acelerador contra las pretendidas enmiendas correístas. Pesa más, en la oposición, la necesidad de redactar otra carta magna que elimine de una vez por todas este hiperpresidencialismo burdo y enfermo.


La segunda es económica: nadie cree el cuento infantil de los sábados que tapa el sol con un dedo. Una severa crisis y la expansión de la recesión a causa de muchos errores cometidos durante la última década están a la vista. En un mismo patio: el pago millonario a OXY, una ola de despidos masivos por la aplicación de salvaguardias, la fabulosa deuda con China, el casi cierre de Cofiec por el despilfarro; un impuesto a la herencia y plusvalía, sumado a otro nuevo para quien consuma agua potable; la retención del 40% de las pensiones jubilares, la apropiación del fondo de Cesantía del Magisterio, la venta de gasolineras estatales y las medidas fondomonetaristas que faltan.
La última es militar: las Fuerzas Armadas decidieron ser visibles desde las cortes de justicia. Esto, después de constatar una compra de helicópteros indios en mal estado, donde murieron soldados ecuatorianos. Cada militar vaticina que se intenta colocar enmiendas para convertirlos en policías de calle, cual Gestapo criolla. O que alguien intenta cambiar el sistema de seguridad social militar sin consulta. Claro, ellos tienen su naturaleza y su particular forma de protesta. Siempre en reserva, sin perder compostura. Pero, aquel delito de lesa humanidad se les volvió un forcejeo. Una soga que no hay que soltar en campo enemigo.


Tres razones, tres historias, tres notas, tres verdades… a la luz.


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