Incendios acechan

En la ciudad de Esmeraldas hay casas de madera y de construcción mixta que se aproximan a los 150 años y que ponen en verdadero peligro a edificaciones de familias que producto de su trabajo tesonero y con una disciplina de ahorro a base de privaciones, han podido construir para albergar a sus descendientes y contribuir con el comercio, al menos, las que disponen de tiendas por el espacio que brindan. La Municipalidad debe emitir una ordenanza, si es que no la tiene, para que se proceda a demoler estas viviendas que son un peligro para la tranquilidad de sus vecinos, por los incendios que nos acechan y porque Esmeraldas recibe la influencia de los vientos del mar que alimentan la combustión, pudiendo desencadenar una catástrofe donde se pierden vidas humanas además de pérdidas materiales que los lleva a una difícil situación de endeudamiento.


Hace dos años la calle Bolívar entre Mejía y Cañizares fue objeto de las devastadoras llamas y si no hubiera sido por el edificio de la Mutualista Vargas Torres esa manzana y otras se hubiesen contaminado, que gracias a Dios no sucedió y tal vez se hubiera repetido el incendio que todavía recordamos que casi acaba con Barrio Caliente. Ahora se repite el hecho con el almacén ‘Bachita’, que por estar rodeado de casas con paredes de cemento y por la oportuna intervención del Cuerpo de Bomberos se logró contenerlo en un período de una hora más o menos. Además, la falta de agua en la ciudad origina pérdidas económicas a los centros comerciales contiguos que también pagan las consecuencias.


Resulta larga la lista para enumerar las casas vetustas que son criaderos de roedores y otras plagas que contaminan la salud y, además, ahí existen centros comerciales de todo tipo que, al menos en lo que a alimentos se refiere, no reúnen las condiciones higiénicas y normas de expendio. En el malecón Pedro Vicente Maldonado desde La Barraca hasta la Piedrahita, existen casas que ya no pueden permanecer como tales. Igual sucede en la Sucre y Piedrahita y también en la Bolívar frente a Servipagos y otras que están diseminadas en el casco urbano y que los trabajadores del Municipio pueden ubicarlas.
Tenemos un Cuerpo de Bomberos que su capacidad operativa no le permite desplegar a carta cabal su trabajo, a pesar de que su personal está preparado porque con las dos autobombas y pocos implementos que poseen no pueden ser eficaces al momento de los flagelos que todos esperamos y porque la ayuda que proporciona la Refinería, Balao y alguna otra institución del Estado no llega al momento oportuno por el lugar de desplazamiento en que se encuentran.