LO IMPOSIBLE SE PUEDE LOGRAR

El fútbol es parte de la convivencia. Si no se comenta de política, es del fútbol. El deporte más popular del mundo y ahora el negocio gigantesco. Ecuador ya entró a la lucha con las selecciones más reconocidas. Hace algunos años, Don Bolillo Gómez encontró talento deportivo y formó la selección más fuerte y coordinada de todos los tiempos. Barrió los complejos de inferioridad y puso en la mente de cada uno el valor de vivir como profesional.


La selección de hoy es fuerte, más técnica y disciplinada. Una mayoría de seleccionados dejaron atrás el miedo, el sentimiento de pertenecer a un país pequeño y conocido como mitad del mundo, mitad de beneficios, y, por supuesto, en las eliminatorias nos quedábamos en la mitad.


Uno de los mejores aportes de la Selección es la actitud de ganadores. Los jugadores entran la cancha a ganar. Se terminaron ideas pequeñas cuando iban a los encuentros de eliminatorias para ver qué pasaba. Jugaban por si acaso resulte algún partido. Ahora miran el juego como debe ser, para divertirse. Pero es en serio. Los jugadores necesitan preparación física, fuerza, velocidad, agilidad para reaccionar en menos de un segundo. Preparación mental. Limpieza diaria de sentimientos grises como la derrota, la venganza, la tristeza, el miedo, la ausencia de concentración. El resultado está a la vista.


El objetivo de la selección es participar en el mundial. El camino es largo. La lucha pide una preparación exigente. Cuidado con los desmanes de mala alimentación, fallos en el descanso, orden, capacidad de cumplir con las tácticas que el director técnico propone. La política de la Selección es simple para decir y extraordinaria para cumplir, jugar a excelente nivel.