EL CONTROL A LA LIBERTAD

¿Por qué el Gobierno controla todas las instituciones posibles? Controla la educación con un sistema donde se forman los futuros seres indefinidos, sin proyectos ni criterios, sin razonamiento. Interviene en la justicia, con la práctica insolente de la impunidad. La Asamblea está absolutamente vigilada, los asambleístas gobiernistas alzan la mano mirando a los compañeros para que no pierdan de vista su obediencia. Inspecciona la seguridad mientras los narcos siguen paseándose por nuestras ciudades. En fin, intenta registrar el pensamiento y la expresión.


Controla, porque no le interesa el bienestar de los ecuatorianos, la estabilidad y la creación de puestos de trabajo, el diálogo como arma fundamental de civilización. Le interesa el deleite psicológico del poder. La gente del Gobierno ha caído en las redes del encanto de la vida maravillosa, de lujos, que le da el poder.


El control a los medios de comunicación es el más ridículo. Los funcionarios no comprenden todavía el acto grotesco de taparse los ojos con la mano abierta y mirar entre los dedos que la comunicación no sólo es un derecho, más bien es parte de la naturaleza humana y social.


Según la Sociedad Interamericana de Prensa, el Ecuador mantiene un clima de represión de los organismos de control y aplicación de la Ley de Comunicación. Tanto, que los medios y organizaciones sancionadas recurrieron al derecho a la resistencia. Más todavía, el Presidente no cumplió su compromiso de vender los medios expropiados.


¿Cómo se puede limitar la libertad de expresión y la libertad de crítica? Sin el respeto y la práctica de la libertad, la democracia es únicamente una palabra, o un maquillaje en el rostro de un país amordazado.