AMBATO
Por las reformas que se realizaron en el sistema educativo en los últimos años, varias escuelas y colegios de la provincia de Tungurahua fueron unificados, este cambio provocó que las instalaciones de los centros reubicados queden abandonados.
Este es el caso de la escuela La Condamine, en el barrio El Chilco del cantón Tisaleo, lugar en el que ahora ha crecido gran cantidad de maleza como resultado de los casi dos años que ha permanecido sin uso.
En esta escuela varias ONG invirtieron para mejorar su infraestructura y mobiliario que ahora se encuentra abandonado. Directivos de la comunidad han solicitado por varias ocasiones al Ministerio de Educación que el lugar sea entregado a la comunidad para poder utilizarlo, pero no han tenido una respuesta favorable.
Gladys Chuca, moradora del sector, comentó que en las noches se escuchan ruidos de animales que ingresan a las aulas.
La escuela Adolfo Jurado fue también una de las instituciones unificadas en Tisaleo que se unió a la Unidad Educativa Aníbal Salgado Ruiz que ahora funciona en la zona céntrica del cantón.
Pilahuín
Telmo Punina, director juvenil del Movimiento Indígena de Tungurahua, manifestó que en Pilahuín existen escuelas que quedaron totalmente abandonadas por la unificación de los centros, como la Unidad Río Cenepa en el sector de Hechaleche, esto generó inconvenientes en los habitantes del sector, pues según explicó ahora los niños deben recorrer grandes distancias para movilizarse de sus domicilios al lugar de estudio y viceversa.
“Es difícil este cambio para nuestros hijos, porque después de caminar periodos incluso de dos horas llegan cansados y ya no atienden a las clases de la misma forma”, agregó Punina.
Puerto Arturo y Tilulúm
La risa y la bulla que provocaban los niños en el sector de La Primavera cuando iban y regresaban de clases, se dejó de escuchar desde hace un año atrás, debido a que los estudiantes de la escuela Adela Martínez fueron unificados con los de la Alfonsina Storni.
La única escuela que fue edificada en Tilulúm se cerró desde hace varios años y, según explicó Maribel Sánchez, la razón se debió a la falta de estudiantes, que provocó que los niños de la zona deban trasladarse a la ciudad para poder estudiar. “No nos queda otra opción que conformarnos, nos hubiera gustado tener apoyo para que se mantenga la escuela pero no fue posible”, dijo.
Opciones de uso
Un delegado del Ministerio de Educación manifestó que no se tiene un plan definido de uso de los espacios que quedaron vacíos después de la unificación de las instituciones educativas, pero que varias de estas infraestructuras están siendo cedidas a las comunidades para su uso, con el compromiso de los representantes mantengan en buen estado todos los bienes que se les entregue. (MR)