La primera piedra de la Casa de la Cultura

Las grandes obras que realizan los gobiernos, sean nacionales o seccionales cuando carecen de edificaciones propias para su funcionamiento, se busca la manera primero de conseguir un terreno y luego de gestionar algún préstamo sea de carácter reembolsable o no, para normar la marcha en lo propio y de esta forma buscar el mejoramiento que corresponde a la categoría de esta institución.


Recuerdo que hace unos seis años aproximadamente y cuando la suerte me favoreció de presidir el Rectorado del Instituto 5 de Agosto, recibimos una invitación del Ministro de Cultura que sucedió al Lic. Antonio Preciado Bedoya para colocar la primera piedra en un terreno ubicado en la calle Bolívar entre Ricaurte y Salinas, a lado de la casa de Don Edgar García Pérez y de la Familia Jalil.

En esas circunstancias se pidió por parte de las autoridades que nuestra institución llevara una delegación de estudiantes como así se lo hizo y también de igual manera con otras representaciones estudiantiles, además, de algunos representantes de la cultura esmeraldeña que, obviamente, debían estar presentes.

Ha pasado el tiempo y tengo presente las palabras del discurso de rigor de la autoridad de la Cultura que manifestaba que la obra se concretaría, porque era un ofrecimiento que no tenía marcha atrás y para que hubiera mayor funcionalidad de este centro cultural. Ustedes dirán quién fue esa persona que ofreció y hasta el momento no existe nada en concreto.

Prefiero no mencionar su nombre porque para mi manera de ver las cosas yo me olvido con facilidad y resultan personas no gratas a mi memoria quienes viven del engaño. Ahora ocupa un alto cargo en la dirigencia de AP que bien pudo, siendo del equipo de Gobierno, haber gestionado y concretado la obra; pero parece que faltó voluntad y fuerza para lograrlo.


Todos sabemos que el desarrollo integral de los pueblos jamás podría consensuarse sin el desarrollo integral y solidario de la humanidad siempre y cuando estos valores de quienes han transitado por el camino de las letras, del folclor, novela, poesía, cuentos, relatos, música, ballet y una gama interminables de obras que mantienen nuestras vivencias y tradiciones a través de la historia de nuestra Patria.

Todo desarrollo busca promover de forma activa y creativa de todas las vivencias de nuestra identidad y qué mejor que las autoridades que transitan por la parte más sensible que es la cultura.

nos dejen un recuerdo que sea la base que procure el fortalecimiento y consolide con letras de oro el sitial que le corresponde a Esmeraldas en el camino de las letras.