Realismo mágico

XAVIER MORÁN FERNÁNDEZ

Nadie mejor que Gabriel García Márquez para poder descifrar lo que es el realismo mágico desde la concepción literaria, a lo que le agregaría que es parte de nuestra naturaleza, de nuestra cultura e integridad. Cuando nuevamente leí Cien Años de Soledad, no pude dejar de pensar que el Gabo se tele transportó a este hermoso paraje húmedo tropical para darle vida a Macondo, claro con ciertas particularidades, porque en vez de los Buendía, acá tenemos infinidad de personajes que han hecho de este hermoso paraje una maravilla aún por descubrir y explorar.

Si lo vemos desde el lado romántico, artístico y poético, los que amamos este pedacito de tierra, sabemos que podemos hacer una hermosa obra de arte que puede posicionarnos en todos los estamentos locales y de la región, ya que tal como lo describía García Márquez, acá no solo nos han visitado los zíngaros y trotamundos, sino que infinidad de culturas y cristianos venidos desde todos lados han hecho de este su suelo, pero con la característica que nos ha faltado más que unión un verdadero lazo de identidad, porque aquí antes de nosotros ya existía una verdadera cultura que poco a poco se va desintegrando sin que nos atrevamos a rescatar este hermoso tesoro.

También han existido y existen los saltimbanquis que no dejan de hacer las delicias de una sociedad sobre tarimas invisibles, especialmente en tiempos de fiesta y algarabía, en donde dejamos a un lado las tristezas y pesadumbres para inmiscuirnos de lleno en las galas, jolgorios y desfiles que pasado el chuchaque festivo, recién nos empezamos a dar cuenta como nuestro terruño sigue siendo un pueblo que cada día va creciendo.

Si lo vemos desde el lado político tenemos aquí un Macondo que cumple con los episodios más fatuos en gobernabilidad de parte de sus representantes, quienes a pesar de haber mantenido por años de años una estructura afín a quienes nos han gobernado, poco o nada han hecho por sacar adelante esta tierra que se divide entre el trabajo, la perseverancia, desesperación y ansiedad por ocupar el sitial que se merece.

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