Ángela Tenorio aspira triunfar en Tokio

"Estoy cansada de quedar segunda en las competencias grandes. Por eso cada día me esfuerzo más para conseguir el primer lugar", afirmó Tenorio. Foto: EFE.
"Estoy cansada de quedar segunda en las competencias grandes. Por eso cada día me esfuerzo más para conseguir el primer lugar", afirmó Tenorio. Foto: EFE.

Quito, EFE

Con el récord suramericano de 100 m lisos bajo el brazo desde 2015, la ecuatoriana Ángela Tenorio avanza en su preparación «cansada de ser segunda en las competiciones grandes» y con el deseo de llegar en óptimas condiciones a los Olímpicos de Tokio 2020, pero sin dejar de ser «una persona normal algunos días».

Tenorio, que se inició en la disciplina a los 12 años en la Amazonía bajo la dirección de su hermana Lorena Tenorio, ultima sus entrenamientos para los próximos Juegos Sudamericanos de junio en Bolivia y para los Iberoamericanos de atletismo de Perú, en agosto.

Quinta de ocho hermanos, agradece a su hermana el haberle inculcado los conocimientos sobre técnicas en atletismo. «Es la mujer más estricta que pude encontrar. Era mi entrenadora, mi profesora de Educación Física en el colegio, vivía con ella, yo la tenía hasta en la sopa», aseguró entre carcajadas.

A los 13 años se colgó su primera presea como subcampeona suramericana en un torneo en Ecuador, lo que avivó su pasión por el atletismo, un deporte en el que considera que, cuanto más ganas, te da «más alas para volar».

De su natal Sucumbíos se desplazó a la capital ecuatoriana, Quito, con 14 años, pero pronto conoció lo que era quedarse sola al ingresar su hermana en el cuerpo de Policía, razón por la que pasó nueve meses en una fundación donde compartía techo con madres solteras y chicas embarazadas.

«Fue una de las mejores cosas que me han pasado porque uno aprende a vivir», afirmó al recordar esa experiencia. En aquella época debía levantarse cada día a las cinco de la mañana para limpiar vidrios. Salía a las 07.30 a entrenar y acudía al colegio por la tarde. De la fundación pasó a las instalaciones de la Concentración Deportiva de Pichincha, en los bajos de un coliseo en Quito. Alejada siempre de lo negativo,

Tenorio mira al pasado con agradecimiento, incluso cuando recuerda los momentos de dificultades económicas en los que debía repetir la ropa deportiva casi a diario, algo que cambió cuando se convirtió en subcampeona.

«Así es esto. Si no se tienen resultados nadie te toma en cuenta, pero en el momento que tienes resultados todo el mundo quiere sacarse la foto contigo, quiere estar ahí», manifestó antes de señalar: «no hay que quejarse porque esto es así, las cosas hay que ganárselas».

Agradeció haberse cruzado en el camino con el cubano Nelson Gutiérrez, su entrenador, del que recalcó: «Siempre ha sabido llevarme adelante, pues de nada me sirve ser una buena deportista si no tengo una persona que me guíe bien, como él lo ha hecho».

Ahora, con 22 años, Tenorio forma parte del grupo de atletas ecuatorianos de alto rendimiento, lugar que se ha ganado a pulso: «Si quieres superarte en la vida tienes que esforzarte siempre, estar ahí, ahí, ahí», anotó.

Viva estampa de la sencillez y el optimismo, Tenorio ríe cuando dice que quisiera una vida «normal» y poder ir a fiestas o saborear un buen plato de papas fritas. «Ya me acostumbré, esta es la vida que elegí y la que quiero», dijo. Y, como confesando una picardía, añadió que «solo algunos días» quisiera ser una «persona normal».

Como integrante del Plan de Alto Rendimiento, este es el cuarto año que el Ministerio del Deporte le asigna un presupuesto anual para competencias e incentivos mensualmente. Tenorio logró su mejor marca personal, 10 segundos y 99 centésimas, récord suramericano de 100 metros, en los Panamericanos de Toronto en 2015, en los que fue segunda. Luego participó en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

«Estoy cansada de quedar segunda en las competencias grandes. Por eso cada día me esfuerzo más para conseguir el primer lugar», afirmó Tenorio, quien proyecta estudiar mercadeo o entrenamiento deportivo. Matizó que, para ella, perder no es el fin: «Siempre cada pérdida te deja una lección de vida».

Sobre los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el sueño que no sale de su cabeza, confió en llegar allí y hacer lo mejor porque es, dijo, «la competencia más importante para todo deportista, donde están los mejores».