El mal ejemplo

Hugo Romo

En los últimos días hemos conocido el desenlace judicial de un episodio vergonzoso para la sociedad ecuatoriana, que se ufana de ser democrática. La concejala del Municipio de Loja, Jeannine Cruz Vaca, ha sido condenada a 30 días de prisión por injuriar al alcalde de esa ciudad, el Dr. José Bolívar Castillo. El crimen, haber escrito en twiter y publicar un video en You Tube cuestionando la emergencia decretada al Plan Maestro de Agua Potable de la bella ciudad de Loja. El mal ejemplo cunde entre los políticos que demuestran una susceptibilidad similar a la del Presidente de la República. Cómo olvidar su conocida querella judicial contra diario El Universo, donde el monto de la sentencia fue calculada en base al presupuesto nacional (?). Menos mal que no se trataba del Secretario del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, porque no habría habido dinero suficiente, en esta vida, para cancelar la deuda.


Otro mal ejemplo es decretar emergencias sin haber mérito para ello, pese a la buena intención que pueden tener los funcionarios de acortar el tiempo que demandan las disposiciones de la Ley de Contratación Pública. En el plano internacional, salvo gobiernos como los de Turquía, Cuba, China, Irán o Venezuela, la gente se siente en libertad de expresar lo que siente y afirmar, sin temor, lo que le parece. Un ejemplo reciente constituye el debate, cara a cara, entre el presidente del Gobierno Español, Mariano Rajoy y el candidato del partido opositor PSOE, Pedro Sánchez. Allí hubo calificativos como: “usted no es una persona decente” y respuestas como “ruin, mezquino y deleznable”. A nadie se le ocurrió recurrir a los juzgados para zanjar el zaherido honor de los participantes en el debate o, peor aún, pedir una compensación monetaria, porque esto último constituiría una vergüenza. El jefe del bloque legislativo de Alianza País, Fausto Cayambe ha expuesto ante los medios que “hay gran expectativa de la ciudadanía por una nueva política, sin calificativos, sin especulación…” En tanto eso no ocurra prediquen con el ejemplo, porque si de calificativos se trata, no hay parangón con los que vierte cada sábado su amado líder. Un buen ejemplo sería pedir a los funcionarios públicos que dejen de utilizar a la justicia para acallar a sus eventuales opositores.