!Siempre!

FRANCO LOYOLA

«Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!» (Filipenses 4:4)

Ha tenido la oportunidad de compartir tiempo con una persona amargada? Creo que todos hemos tenido esa desagradable oportunidad. Es usted uno de ellos? Tiene gozo en su corazón o la mayoría de tiempo pasa en amargura? No conteste usted la pregunta. Pida a la gente que lo rodea que le deje saber en qué categoría lo pondrían: amargado o feliz? Qué hace la diferencia? Por qué unos viven con gozo y otros con amargura? La Biblia dice en Efesios 4:31-32 «Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

» La falta de perdón produce amargura y por ende enojo que a la vez resulta en un comportamiento totalmente alejado al carácter y al deseo de Dios. Por otro lado, qué produce gozo? En el Salmo 51, el Rey David pide a Dios «Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente». No creo que haya algo más efectivo en producir gozo en mí, que el hecho de tener la seguridad de que mi alma esta libre de condenación, es decir que mi alma haya sido rescatada del mismo infierno!

El cristiano verdadero, el que ha puesto su fe en Cristo, debería vivir gozoso, disfrutando aún las pruebas que tenga que pasar, pues sabe que todo lo que sucede en la tierra es temporal y que le espera una morada eterna y celestial en el cielo! Otra de las cosas que debe producir gozo en el hijo de Dios es la protección y el cuidado que Él tiene de nosotros, El Salmo 46:1 dice: «Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Pablo pidió: Regocijaos, regocijaos…..por favor regocíjense.! Le pido lo mismo, los amargados contaminan al resto! No se enoje, sonría, Dios le ama! Viva con gozo!

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