Trabajo Infantil

El incremento de niñas, niños y adolescentes trabajadores nos es novedad en nuestra ciudad. A pesar de que nuestras leyes prohíben expresamente el trabajo a menores de 15 años y en lo relacionado al trabajo adolescente, especifican su carácter de excepcionalidad, la realidad se muestra diferente y demanda de una lectura crítica y consciente.

En el año 2013 el Ecuador logró un hito histórico al reducir casi a cero el trabajo infantil en menores de 15 años, después de transitar desde el año 2000, por un historia vergonzosa que lo ubicaba en cifras que hoy parecen increíbles (15,4% en menores de 15 años y 40 % en adolescentes de 15 a 17 años).

La desinversión social evidencia retrocesos en lo avanzado, para el día de hoy organismos de derechos humanos calculan un incremento del trabajo infantil en un 5% en niños y niñas de entre 5 y 14 años, mientras que en adolescentes alcanzaría el 17%.

Las altas tasas de desempleo y la profunda crisis económica, sumado al impacto devastador de la Covid-19, ha generado una mayor reducción en los ingresos e inseguridad económica en las familias, generando un aumento significativo del trabajo infantil, así lo advierte un análisis de CEPAL y OIT, que consideran que es urgente tomar medidas para prevenirlo, identificando y localizando a niños, niñas y adolescentes que trabajan para restituir sus derechos y el de sus familias.

Las recomendaciones están dadas, les corresponde a las autoridades locales de la mano con las familias, instituciones, organizaciones, medios de comunicación y sociedad en general, implementar acciones y políticas para que esta situación no se desborde y arrastre consigo la esperanza de hacer efectivo el cumplimiento de derechos de niñas, niños y adolescentes.

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