No es culpa

Juan Sebastián Vargas

La culpa no la tiene la atleta Ángela Tenorio ni el púgil Carlos Mina, tampoco tiene la culpa el halterófilo Fernando Salas o el nadador Enderica, de hecho es un verdadero mérito en muchas ocasiones la participación de nuestros deportistas olímpicos que con el escaso o casi nulo apoyo económico y más bien con un gran esfuerzo personal logran llegar a posiciones importantes pero lamentablemente no estelares, y es que debemos colocar las cosas en perspectiva, el logro de Jefferson Pérez en Atlanta 96 y Beijing 2008 fue un caso extraordinario y excepcional, y no fue producto del esfuerzo de un país hacia ese deporte, más bien muchos quisieron «subirse a la camioneta» cuando logró esta hazaña, este fue un esfuerzo exclusivo de Jeff, igualmente el caso de la halterófila esmeraldeña Alexandra Escobar que nos brindó un honroso cuarto lugar con sus 36 años de edad, son deportistas que han alcanzado esas posiciones gracias a su esfuerzo y dedicación pero con poco apoyo, por eso les llamo casos excepcionales.


Escuchar las declaraciones de dirigentes deportivos indicando que la participación del país fue “satisfactoria” solo me deja un sabor a mediocridad y conformismo, y para muestra un botón, Colombia ha logrado hasta el momento dos medallas de oro, dos de plata y una de bronce, al igual que Argentina tres de oro y una de plata, en nuestro caso este año se cumplieron 20 años de la única medalla de oro para el país, y es que para ganar nuevamente tendremos que colocar al deporte como un objetivo de país, por ejemplo para obtener recuros, podríamos eliminar la Secretaría del Buen Vivir, quizá con eso nos alcanzaría para entrenar algunos deportistas que seguramente nos regalarían más satisfacciones, en vez de enseñarnos a armar castillos de arena en la playa o escuchar ballenas en el mar, en fin, en nuestro país lamentablemente aún no establecemos prioridades, deberíamos redistribuir presupuestos en los deportes, el fútbol no nos ha dado ni medallas ni campeonatos y los salarios son realmente escandalosos, mientras que los deportistas olímpicos no tienen los suficientes beneficios ni premios, al fin y al cabo ellos son los principales embajadores del Ecuador, ojalá todo cambie para Tokio 2020.