Incongruente resulta la variación de la edad para jubilarse, cuando por reiteradas ocasiones escuchamos el ofrecimiento de dar oportunidad a los jóvenes para trabajar. La frase separa a los viejos y los manda a descansar, a que gocen del producto de sus esfuerzos. Pero cuando tratan de acogerse al beneficio de la jubilación los años pesan poco. ¿Será que el tiempo o los años no transcurren igual cuando se trata de generar un aporte económico? Lo que la Constitución predica sobre el “buen vivir” se vuelve vano.
Yadira Consuelo Torres
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