Culpables…?

Están yá identificados muchos de los vándalos que atentaron contra los bienes públicos y la paz de los ecuatorianos, porque cómo se puede negar lo que Patiño gritó en su último discurso, a través de medios de comunicación y de la televisión, en Latacunga hace algún tiempo, incitando a los borregos correístas a tomarse el país y sus instituciones, que fue el inicio del siniestro plan que se fabricó para ponerlo en práctica en el momento conveniente y de acuerdo a la táctica nazi, con la que siempre se identificaron. Necesitaban un motivo para el despliegue de batallones, que fueran comandados por líderes a los que se les puede calificar como ingenuos, lavados su cerebro y de miradas encasilladas en rígidos marcos, también identificados, sobre todo el patán que le insultó al Presidente, que no les permitieron observar a otra parte, si no solo a la protesta, cuando se dieron cuenta de que fueron tontos útiles para que el ejército de narcos destruya el país, allí quisieron lavarse las manos paro ya era tarde. Pero no es tarde para que la gran mayoría de ecuatorianos se ponga a pensar en la cantidad de culpa que les toca, en que la falta de educación social ha impedido que reflote la solución de emigrar a otros lares, para que siga campante la malhadada costumbre de pronunciar sentencias qu e deberían decir solo los analfabetos “a mi, mi trabajo me importa, el resto que vaya al carajo”, que esa falta de educación para vivir en sociedad organizada haya desmesurado su ego para llegar al egoísmo vulgar e insultante, que siga diciendo que la política y los políticos son asquerosos, cuando viven inmersos en la suciedad que los elegidos les brindan como medio ambiente y no se lavan porque ya se acostumbraron, que todos los días su saludo espiritual sea al rencor con el que debe actuar en sus labores, incluidas las intelectuales, que siga acumulando aniversarios sometido hoy a las peores dictaduras tecnológicas, wasap, chats, memes, moldeando su mente y su criterio. Y que ahora si griten desaforados que hay que eliminar a los vándalos causantes de los 12 días peores de nuestra historia contemporánea, sin caer en el presagio de que no acabaron, porque tampoco piensan que hay que hacer caso a las palabras acertadas de los referentes, de organizarse interior y exteriormente. Que los elegidos a cualquier dignidad, reconociendo su culpa, empiecen a actuar.

Están yá identificados muchos de los vándalos que atentaron contra los bienes públicos y la paz de los ecuatorianos, porque cómo se puede negar lo que Patiño gritó en su último discurso, a través de medios de comunicación y de la televisión, en Latacunga hace algún tiempo, incitando a los borregos correístas a tomarse el país y sus instituciones, que fue el inicio del siniestro plan que se fabricó para ponerlo en práctica en el momento conveniente y de acuerdo a la táctica nazi, con la que siempre se identificaron. Necesitaban un motivo para el despliegue de batallones, que fueran comandados por líderes a los que se les puede calificar como ingenuos, lavados su cerebro y de miradas encasilladas en rígidos marcos, también identificados, sobre todo el patán que le insultó al Presidente, que no les permitieron observar a otra parte, si no solo a la protesta, cuando se dieron cuenta de que fueron tontos útiles para que el ejército de narcos destruya el país, allí quisieron lavarse las manos paro ya era tarde. Pero no es tarde para que la gran mayoría de ecuatorianos se ponga a pensar en la cantidad de culpa que les toca, en que la falta de educación social ha impedido que reflote la solución de emigrar a otros lares, para que siga campante la malhadada costumbre de pronunciar sentencias qu e deberían decir solo los analfabetos “a mi, mi trabajo me importa, el resto que vaya al carajo”, que esa falta de educación para vivir en sociedad organizada haya desmesurado su ego para llegar al egoísmo vulgar e insultante, que siga diciendo que la política y los políticos son asquerosos, cuando viven inmersos en la suciedad que los elegidos les brindan como medio ambiente y no se lavan porque ya se acostumbraron, que todos los días su saludo espiritual sea al rencor con el que debe actuar en sus labores, incluidas las intelectuales, que siga acumulando aniversarios sometido hoy a las peores dictaduras tecnológicas, wasap, chats, memes, moldeando su mente y su criterio. Y que ahora si griten desaforados que hay que eliminar a los vándalos causantes de los 12 días peores de nuestra historia contemporánea, sin caer en el presagio de que no acabaron, porque tampoco piensan que hay que hacer caso a las palabras acertadas de los referentes, de organizarse interior y exteriormente. Que los elegidos a cualquier dignidad, reconociendo su culpa, empiecen a actuar.

Están yá identificados muchos de los vándalos que atentaron contra los bienes públicos y la paz de los ecuatorianos, porque cómo se puede negar lo que Patiño gritó en su último discurso, a través de medios de comunicación y de la televisión, en Latacunga hace algún tiempo, incitando a los borregos correístas a tomarse el país y sus instituciones, que fue el inicio del siniestro plan que se fabricó para ponerlo en práctica en el momento conveniente y de acuerdo a la táctica nazi, con la que siempre se identificaron. Necesitaban un motivo para el despliegue de batallones, que fueran comandados por líderes a los que se les puede calificar como ingenuos, lavados su cerebro y de miradas encasilladas en rígidos marcos, también identificados, sobre todo el patán que le insultó al Presidente, que no les permitieron observar a otra parte, si no solo a la protesta, cuando se dieron cuenta de que fueron tontos útiles para que el ejército de narcos destruya el país, allí quisieron lavarse las manos paro ya era tarde. Pero no es tarde para que la gran mayoría de ecuatorianos se ponga a pensar en la cantidad de culpa que les toca, en que la falta de educación social ha impedido que reflote la solución de emigrar a otros lares, para que siga campante la malhadada costumbre de pronunciar sentencias qu e deberían decir solo los analfabetos “a mi, mi trabajo me importa, el resto que vaya al carajo”, que esa falta de educación para vivir en sociedad organizada haya desmesurado su ego para llegar al egoísmo vulgar e insultante, que siga diciendo que la política y los políticos son asquerosos, cuando viven inmersos en la suciedad que los elegidos les brindan como medio ambiente y no se lavan porque ya se acostumbraron, que todos los días su saludo espiritual sea al rencor con el que debe actuar en sus labores, incluidas las intelectuales, que siga acumulando aniversarios sometido hoy a las peores dictaduras tecnológicas, wasap, chats, memes, moldeando su mente y su criterio. Y que ahora si griten desaforados que hay que eliminar a los vándalos causantes de los 12 días peores de nuestra historia contemporánea, sin caer en el presagio de que no acabaron, porque tampoco piensan que hay que hacer caso a las palabras acertadas de los referentes, de organizarse interior y exteriormente. Que los elegidos a cualquier dignidad, reconociendo su culpa, empiecen a actuar.

Están yá identificados muchos de los vándalos que atentaron contra los bienes públicos y la paz de los ecuatorianos, porque cómo se puede negar lo que Patiño gritó en su último discurso, a través de medios de comunicación y de la televisión, en Latacunga hace algún tiempo, incitando a los borregos correístas a tomarse el país y sus instituciones, que fue el inicio del siniestro plan que se fabricó para ponerlo en práctica en el momento conveniente y de acuerdo a la táctica nazi, con la que siempre se identificaron. Necesitaban un motivo para el despliegue de batallones, que fueran comandados por líderes a los que se les puede calificar como ingenuos, lavados su cerebro y de miradas encasilladas en rígidos marcos, también identificados, sobre todo el patán que le insultó al Presidente, que no les permitieron observar a otra parte, si no solo a la protesta, cuando se dieron cuenta de que fueron tontos útiles para que el ejército de narcos destruya el país, allí quisieron lavarse las manos paro ya era tarde. Pero no es tarde para que la gran mayoría de ecuatorianos se ponga a pensar en la cantidad de culpa que les toca, en que la falta de educación social ha impedido que reflote la solución de emigrar a otros lares, para que siga campante la malhadada costumbre de pronunciar sentencias qu e deberían decir solo los analfabetos “a mi, mi trabajo me importa, el resto que vaya al carajo”, que esa falta de educación para vivir en sociedad organizada haya desmesurado su ego para llegar al egoísmo vulgar e insultante, que siga diciendo que la política y los políticos son asquerosos, cuando viven inmersos en la suciedad que los elegidos les brindan como medio ambiente y no se lavan porque ya se acostumbraron, que todos los días su saludo espiritual sea al rencor con el que debe actuar en sus labores, incluidas las intelectuales, que siga acumulando aniversarios sometido hoy a las peores dictaduras tecnológicas, wasap, chats, memes, moldeando su mente y su criterio. Y que ahora si griten desaforados que hay que eliminar a los vándalos causantes de los 12 días peores de nuestra historia contemporánea, sin caer en el presagio de que no acabaron, porque tampoco piensan que hay que hacer caso a las palabras acertadas de los referentes, de organizarse interior y exteriormente. Que los elegidos a cualquier dignidad, reconociendo su culpa, empiecen a actuar.