Eternidad

No hay duda que estamos en crisis económica, aunque no quieran reconocerlo y se diga que todo está invertido, la situación económica es angustiosa y aquello lo siente el común del ecuatoriano, así se escucha en nuestra provincia y en particular en Latacunga todos los días.


La baja en la venta del barril de petróleo produce estragos en nuestra economía, basada casi con exclusividad en esa producción, con alto descuido de esa riqueza natural llamada agricultura, por lo que viene a nuestra mente la afirmación efectuada por un político nacional “El Oriente es un Mito”.


Todo esto nos conduce a ajustar una serie de acciones y planificaciones de orden familiar y social, nos convertimos en economistas sin título y somos una especie de magos para manejar nuestra economía y seguir en el esfuerzo de la vida cotidiana, porque esperar de partidos políticos o políticos que empiezan bien y terminan pésimo, es pedir peras al olmo, ver a una gaviota en Bolivia o un camarón en la fanesca.


Nuestra Latacunga cada vez más descuidada y abandonada, y no nos alarma que quien ostenta un cargo provincial diga que para concluir la restauración del edificio de la Gobernación de Cotopaxi, la Casa de Gobierno seccional, ya no sabe con quién más hablar, lo que denota que está súper lejano el día en que veamos que reanuden los trabajos de esa joya arquitectónica, porque abandonada como está lo ejecutado debe estar ya no en buenas condiciones.


Se dijo que se trabajaría siete días y las 24 horas, cuando en verdad somos los cotopaxenses quienes somos testigos que esos siete días y 24 horas al día, pasa abandonada por completo dicha obra.


Repito la frase popular, de algún autor popular anónimo, “Dicen que la mala suerte nunca llegará a Cotopaxi porque de aquí mismo es”.