Sin memoria

Emily Torres Larriva

En medio de una crisis nacional invadida por los desacuerdos y exigencias de diferentes grupos que piden a la mala sean escuchados, analizaba varios hechos repetitivos que se expanden en los últimos años en el país.

Aún podemos escuchar y leer que ciertos grupos atacan a otros por sus emprendimientos, títulos, color de piel, tratando de opacar lo verdaderamente importante, la corrupción, el nepotismo, la manipulación de la justicia; nos olvidamos de lo trascendental, debemos poner los ojos en aquello que nos ha dividido, que nos ha separado, que nos ha engañado con los clásicos argumentos populistas.

Aquellos políticos que han captado el voto de quienes no tienen acceso a la salud, de aquellos que no pueden estudiar y cada día son más, porque las políticas sociales no son justas ni equitativas, porque nos prefieren desinformados y desunidos. Aquellos que saquearon “limpiamente” las arcas del país siguen ocupando cargos públicos y los más “vivos” están gozando del enriquecimiento ilícito lejos del paro y la inseguridad, con la tranquilidad que no tenemos, con la paz que nos hace falta y con el dinero que se llevaron.

La sombra de aquellos que nos convencieron que los que trabajan son “pelucones” y son enemigos del país, esos grupos que buscan desunir a los buenos y liberar a los malos, aquellos grupos que siguen beneficiándose del paro y el quebrantamiento del gobierno de turno para aplaudir.

De esos políticos estamos invadidos, escondidos bajo la sombra siguen recitando la parcelación, aprovechándose de nuestra exigua memoria, persiguiendo el propósito: volver a rescatarnos.

Para poder salir de la crisis hay que buscar el problema, gritar a viva voz justicia, romper ideales partidistas que quebrantan, bloquear el acceso a la corrupción, esos son los enemigos de la patria, los que siguen jugando con la seguridad del pueblo, los que se siguen asociando con mafias del narcotráfico, los que siguen velando por intereses personales.

 

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