José Naranjo
Uno de los principales indicadores de la administración errónea o acertada de una ciudad es lo referente a la recolección de basura; recordemos que en la era de Abdalá y Elsa Bucaram en Guayaquil este factor daba la pauta del pésimo trabajo que se hizo con la administración del puerto principal durante los períodos de los alcaldes mencionados; también un similar indicativo ha sucedido con la administración del alcalde Rodas en Quito, lo cual a pesar de los esfuerzos realizados por el nuevo titular de la empresa municipal de recolección de basura no le ha sido posible normalizar este servicio en la capital ecuatoriana; parece que el retraso en tomar los correctivos a tiempo importando los recolectores necesarios para suplir el incremento de la demanda del servicio y además no haber considerado el deterioro del parque automotor les ha hecho sufrir un desfase tan grande en la oportunidad de contar con equipo así como la provisión de los recursos financieros para este menester, hasta el momento en que ya termina el período del alcalde Rodas no se ha logrado regularizar este servicio tan importante.
En Ambato hace pocas semanas se sintió en algunos barrios la falta de recolección de la basura y tuvimos algunos tachos rebosando su capacidad, la empresa indicó que el motivo era justamente fallas en los vehículos de carga lateral que sufren daños por el no racional uso de los usuarios al depositar escombros y otros desechos no apropiados en los mencionados contenedores; meses antes que esto personalmente hice una observación a la empresa de que en la Av. Pedro Vásconez y la calle Juan Elías Bucheli en Izamba un contenedor está permanentemente rebosado con basura a su alrededor, lo cual causa la presencia de roedores con el consecuente riesgo de salubridad para el sector, la solución no llega hasta hoy, esperemos que si esto obedece a una falta de equipamiento se corrija adecuadamente y a tiempo.