Según el informe, los pequeños que perdieron a padres, madres o abuelos enfrentan ahora el desamparo y probables traumas en el futuro.
Redacción NUEVA YORK
A lo largo de 15 meses de pandemia, más de 120.000 niños en EE.UU. han sufrido la muerte por Covid-19 de alguno de sus cuidadores primordiales, entre ellos padres o abuelos, según apunta un informe.
El estudio estima que por cada cuatro muertes por el virus entre el 1 de abril de 2020 y el 30 de junio de 2021, un niño perdió a un padre o a su principal cuidador -entendiendo como tal al responsable de proveer vivienda y cuidados básicos-, y apunta a la posibilidad de que decenas de miles de estos menores podrían sufrir traumas en el futuro.
La autora principal del estudio, Susan Hillis, subrayó a The New York Times que las víctimas han sido sobre todo menores: «Uno de cada 500 niños estadounidenses han perdido a un padre o a una madre o a un abuelo que cuidaba de ellos», agregó.
Además, de los 120.630 niños que se calcula han perdido a su principal cuidador, otros 22.007 han sufrido la muerte de un cuidador secundario o de un abuelo que provee vivienda, pero no la mayoría de sus necesidades.
Según Hillis, la muerte de los abuelos en este último caso podría llevar a que los niños queden sin hogar. EFE