El presidente de EE.UU., Donald Trump, envió a las cárceles de El Salvador a más de 250 miembros de las organizaciones criminales Tren de Aragua y Mara Salvatrucha, usando una ley bajo disputa judicial.
Un total de 238 miembros de la organización criminal venezolana del Tren de Aragua, más una veintena de integrantes de la Mara Salvatrucha han sido expulsados desde Estados Unidos al Centro de Reclusión para Terroristas de El Salvador, a través de una polémica ley estadounidense que capacita a su presidente, Donald Trump, ha recurrir a poderes de guerra para acelerar las deportaciones de migrantes indocumentados acusados de pertenencia a organizaciones terroristas.
El anuncio fue realizado el 16 de marzo de 2025, al unísono en redes sociales por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, quien ha precisado que la expulsión afecta a un total aproximado de 273 encarcelados: más de 250 miembros del Tren de Aragua, de los cuales 238 ya están en territorio salvadoreño, así como dos líderes y más 21 subordinados de la Mara Salvatrucha, la MS-13.
«El Salvador se ha comprometido a mantenerlos en sus excelentes cárceles a un precio justo, lo cual también ahorrará dinero a nuestros contribuyentes», ha hecho saber Rubio, quien describe a los expulsados como «extranjeros enemigos», antes de agradecer la contribución del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, «el líder más fuerte en el tema de seguridad de nuestra región y un gran amigo de Estados Unidos».
El término empleado por Rubio coincide con el usado por la ley de Enemigos Extranjeros de 1798, la ley que invocó Trump el pasado sábado y que concede al mandatario amplísimas competencias para expulsar gente del país.
La ley está diseñada para ser invocada si Estados Unidos está en guerra con otro país, o si una nación extranjera ha invadido Estados Unidos o amenaza con hacerlo y capacita a la Administración a deportar inmediatamente a los detenidos. Durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, se utilizó para justificar la detención y expulsión de inmigrantes alemanes, austrohúngaros, italianos y japoneses.
En su declaración, Trump apuntó específicamente al Tren de Aragua, considerado como «grupo terrorista» por Estados Unidos, que se ha «infiltrado ilegalmente en Estados Unidos y están llevando a cabo una guerra irregular y realizando acciones hostiles contra el país».
El mandatario salvadoreño, por su parte, ha confirmado el traslado de los primeros 238 miembros del Tren de Aragua al CECOT por «un período renovable de un año» y de otros «23 miembros de la MS-13 buscados por la justicia salvadoreña, incluyendo a dos cabecillas».
«Como siempre, seguimos avanzando en la lucha contra el crimen organizado. Pero esta vez, también ayudamos a nuestros aliados, logrando la autosuficiencia de nuestro sistema penitenciario y obteniendo información vital para hacer de nuestro país un lugar aún más seguro. Todo en una sola acción», ha celebrado Bukele.
Ley suspendida temporalmente
Sucede sin embargo que estas deportaciones han sido anunciadas horas después de que el juez federal James E. Boasberg suspendiera durante 14 días la ejecución de cualquier tipo de deportaciones basadas en esta ley de guerra.
El magistrado tuvo que convocar dos sesiones: la primera para anular cinco deportaciones iniciales y la segunda para extender la primera anulación a cualquier futura deportación similar. Según se desprende de la reacción jocosa de Bukele en su cuenta de X — «Ooops, demasiado tarde», escribió el mandatario — las expulsiones de los miembros del Tren de Aragua han ocurrido entre ambos dictámenes.
El magistrado actuó a petición de una demanda presentada por las ONG especializadas en Derechos Humanos Democracy Forward y la Unión Americana por las Libertades Civiles, que todavía no se han pronunciado al respecto de este anuncio. (Europa Press)
Venezuela responde a expulsión de sus ciudadanos de EE.UU.
El Gobierno de Venezuela ha condenado este domingo sin paliativos el uso por parte de Estados Unidos de la «anacrónica e ilegal» ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para expulsar del país a migrantes acusados de terrorismo, como los 238 miembros de la organización criminal venezolana del Tren de Aragua enviados a la ‘supercárcel’ de máxima seguridad de El Salvador.
La Presidencia venezolana denuncia el uso de esa ley porque «criminaliza de forma infame e injusta a la migración venezolana», en un acto que «evoca los episodios más oscuros de la historia de la Humanidad, desde la esclavitud hasta el horror de los campos de concentración nazi».
El Tren de Aragua es una de las organizaciones delictivas más importantes a nivel sudamericano y la más grande de Venezuela, con tentáculos que llegan hasta el Ecuador.