La SIP celebra liberación de tres periodistas en Cuba

Los comunicadores aún guardan arresto domiciliario a la espera que terminen las investigaciones.

Los comunicadores independientes Henry Constantín Ferreiro, Neife Rigau e Iris Mariño fueron detenidos durante las protestas ciudadanas del 11 de julio pasado.

MIAMI. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó su «alivio y satisfacción» por la liberación de tres periodistas independientes cubanos que «nunca debieron haber estado presos y menos aún incomunicados».

La SIP, con sede en Miami, pidió además en un comunicado la «eliminación de todos los cargos en su contra», con los que el Gobierno de Cuba «busca mancillar su labor periodística independiente durante la cobertura de las protestas sociales» en la isla.

Henry Constantín Ferreiro, periodista y director de la revista digital La Hora de Cuba, así como Neife Rigau e Iris Mariño, diseñadora y fotógrafa, respectivamente, del portal independiente, fueron puestos en libertad la noche del miércoles 21 de julio.

También les devolvieron los equipos de trabajo requisados durante el allanamiento de sus viviendas y su arresto el pasado 11 de julio, cuando cubrían la ola de protestas sociales que recorrieron el país caribeño.

A los tres se les ha impuesto el arresto domiciliario por el presunto delito de desorden público y se les amenazó con otros cargos relativos al ejercicio de su profesión.

«Nunca debieron haber estado presos y menos aún incomunicados», subrayó Jorge Canahuati, presidente de la SIP.

En comunicación con la SIP, Constantín relató que él y la periodista Rigau fueron detenidos por agentes de la Seguridad del Estado a dos cuadras de donde se realizaban las protestas.

Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, exigió que el régimen cubano elimine todos los cargos en contra de los periodistas, y dijo que, con los supuestos delitos imputados a los colegas, «el Gobierno busca ensuciar su labor de periodistas independientes durante la cobertura de las protestas sociales».

Constantín contó a la SIP que durante los días de confinamiento no sufrieron agresiones físicas, aunque los mantuvieron incomunicados y recibieron amenazas.

Agregó que no les facilitaron ningún tipo de garantías de debido proceso y que, durante los interrogatorios a Rigau y a él mismo, se les advirtió que se les imputarían otros delitos que podrían incluir condenas de entre 10 y 20 años de cárcel. Los acusaron de que La Hora de Cuba «es un medio financiado por el enemigo», como parte de un plan contra la independencia y la soberanía del país.

«Los tres estamos bajo reclusión domiciliaria hasta que se venza el plazo de los 60 días en que la Fiscalía debe terminar sus indagaciones», concluyó Constantín, vicepresidente para Cuba de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.

El viernes 16 de julio, la SIP solicitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la aplicación de medidas cautelares urgentes a favor de los tres periodistas independientes, por considerar que se encontraban en situación de gravedad.

Los directivos de la SIP enfatizaron que en la actualidad los tres periodistas «continúan en condición de alto riesgo, con la imposibilidad de hacer su trabajo periodístico», y denunciaron que otros periodistas de La Hora de Cuba también están bajo investigación. EFE

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