El talento humano ruso huye de la guerra

Muchos exiliados rusos participan en protestas contra la guerra de Putin en las ciudades georgianas.
Muchos exiliados rusos participan en protestas contra la guerra de Putin en las ciudades georgianas.

Opuestos al conflicto y temerosos de sus efectos, miles de rusos escapan a diario de su país, dejándolo sin valioso material humano.

Redacción TIFLIS

Aparte de los bombardeos, destrucción de infraestructura, muerte de personas y huida de más de 3 millones de ucranianos, la guerra desatada por Vladímir Putin contra su vecino deja secuelas que, a la larga, terminarán afectando a la propia Rusia.

La principal es, quizás, la silenciosa pero constante huida de gran cantidad de rusos que escapan por distintas razones. Según estimaciones de un economista ruso, recogidas por la cadena BBC, más de 200.000 personas han abandonado Rusia desde el comienzo de la guerra.

Ese éxodo, en caso de que continúe y se vuelva irreversible, significará, en opinión de expertos, una pérdida incuantificable de talento humano del que a Rusia le costará mucho recuperarse. Algo que también le estaría ocurriendo al hasta ahora aliado más fiel de Putin, Bielorrusia.

Muchos de los nuevos emigrados son profesionales del sector tecnológico que pueden trabajar de forma remota. Y ante el cierre de vuelos desde Rusia a causa de las sanciones occidentales, muchos de ellos salen vía Georgia, otro vecino exsoviético ruso.

En la sala de servicio público de Tiflis, la capital georgiana, los recién llegados están registrando empresas o solicitando la residencia.

Kristina y Nikita, especialistas en Tecnologías de la Información procedentes de Minsk, la capital de Bielorrusia, se han registrado como emprendedoras. Eso les permitirá abrir cuentas bancarias georgianas. (DLH)

Portal de oportunidades

El empresario tecnológico Lev Kalashnikov cree que Georgia se beneficiará de lo que afirma es la mayor fuga de cerebros en la historia moderna de Rusia. Kalashnikov abrió un grupo para expatriados en la aplicación de mensajería Telegram mientras hacía cola.

«Había 50 personas delante de mí y 50 detrás de mí. Se convirtieron en mis primeros suscriptores y ahora tenemos casi 4.000 miembros», aseguró.

Los miembros del grupo comparten consejos sobre dónde encontrar alojamiento, cómo abrir cuentas bancarias y si es seguro o no hablar ruso en público.

Yevgeny Lyamin ya está aprendiendo georgiano, practicando el singular alfabeto de Georgia con un libro de ejercicios. (DLH)