La Justicia rusa desactivó ayer la actividad política y las denuncias de corrupción del líder opositor Alexéi Navalni, durante los próximos años, al enviarle a prisión después de haber sido envenenado, aduciendo violaciones de los términos de la libertad condicional en un antiguo caso penal.
«La pena suspendida (…) debe ser revertida y la condena de prisión debe ser cumplida efectivamente en una cárcel general» de seguridad media, leyó en el fallo la juez Natalia Répnikova, tras solo cuatro horas de vista judicial y dos de deliberaciones de la magistrada, que sustituyó a última hora a la titular del caso.
La pena suspendida dictada en 2014 contra Navalni y que la juez convirtió en real este martes era de 3,5 años, pero la sentencia tendrá en cuenta los meses que el líder opositor ya pasó en arresto domiciliario por este caso, por lo que finalmente tendrá que cumplir 2 años y ocho meses de prisión, según su abogada Olga Mijáilova.
Decenas de detenidos tras la sentencia
Decenas de personas fueron detenidas ayer en las principales ciudades rusas, Moscú y San Petersburgo, tras la condena de cárcel impuesta al líder opositor, Alexéi Navalni.
«¡Libertad para Navalni! ¡Rusia sin Putin!», gritaban los manifestantes.
Según informa la prensa local, varios cientos de personas salieron a la calle en la capital pese al gran dispositivo policial desplegado por la policía moscovita, en previsión de protestas antigubernamentales.