Ucranianos temen una guerra pese a mensajes antibélicos

Iryna Yosypenko, cirujana de experiencia, es parte de las Unidades de Defensa Territorial para defender su ciudad en caso de una invasión rusa
Iryna Yosypenko, cirujana de experiencia, es parte de las Unidades de Defensa Territorial para defender su ciudad en caso de una invasión rusa

Las autoridades de Ucrania y Europa dijeron ayer que no hay riesgo de una invasión rusa inminente. Pese a ello, la población toma medidas y hace planes.

Redacción KIEV

El secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danílov, afirmó este 24 de enero que «no hay motivos para el pánico» ante una eventual invasión por parte de Rusia, pese a la tensión en la frontera con ese país y pidió a los medios reducir la «retórica bélica».
«¿Si es difícil la situación? Sí, es difícil, pero quiero recordarles que la situación es así desde 2014», aseveró, en recuerdo de la invasión rusa y la pérdida de la zona de Crimea de aquel año.

El llamado a la calma se produjo en medio de la reducción, este lunes, de personal diplomático en Ucrania por parte de países como Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia, lo que fue visto como el preludio de una acción militar rusa.

Sin embargo, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, indicó también ayer que no hay sentimiento de «ataque inminente» a Ucrania, en coincidencia con las autoridades del país.

La población se prepara

No obstante de estas declaraciones, los ucranianos se mantienen alerta. Y algunos preparan ya sus maletas y kits de emergencia, y otros piensan en enviar a sus hijos al cuidado de los abuelos.

«Preparé una mochila con mi documentación y unos artículos de primera necesidad; también puse un botiquín. Los pongo en un lugar donde pueda agarrarlos fácilmente si necesito huir», dice a Efe Iryna Lada, residente de Kiev y gerenta adjunta de una empresa de construcción.

La mujer agrega que tenía su bolsa de viaje «lista desde 2014», cuando comenzó la guerra en el este de Ucrania entre el Ejército y los separatistas prorrusos (apoyados por Moscú), y ahora solo necesita «comprar algo de comida seca para llevar».

 Yuliya Smirnova, trabajadora de una ONG y madre de dos niños de 4 y 5 años, dice que tiene dudas sobre si debe irse de Kiev. Tampoco sabe adónde podría huir en caso del estallido de un conflicto armado a gran escala.

«No planeo irme de Járkov», dice -por su parte- Tetyana Tanchuk, gestora de contenidos de esa ciudad del este de Ucrania, situada a tan solo 40 kilómetros de la frontera con Rusia. Y asegura que resistirá. (EFE)