La OPEP y Rusia calibran incertidumbres para fijar su oferta en 2023

Hasta este 4 de diciembre de 2022, el precio del barril de Brent estaba en torno a los $85 y el intermedio de Texas (WTI) por debajo de los $80. EFE

Hay incertidumbre por los efectos que tendrá el embargo europeo. Hay quienes esperan un alivio en las facturas energéticas y otros que temen escasez.

VIENA. La alianza OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, evalúa este 4 de diciembre de 2022 en teleconferencia si reajusta en 2023 el nivel de su fuertemente recortada oferta de crudo, en medio de una gran incertidumbre sobre el impacto que tendrá el embargo europeo al crudo ruso y la evolución de la demanda energética de China.

Los ministros de Energía y Petróleo de los 23 países que integran la alianza deberán además analizar otros factores de incierto efecto, como el tope al precio ruso de 60 dólares/barril fijado el 3 de diciembre por la Unión Europea (UE), el G7 y Australia.

En su última reunión, celebrada de forma presencial en el secretariado de la OPEP en Viena el 5 de octubre, el grupo sorprendió a los mercados anunciado un recorte del bombeo en 2 millones de barriles diarios (mbd) a partir de noviembre.

Redujo así de 43,85 a 41,85 millones de barriles diarios (mbd) el nivel oficial de la producción petrolera conjunta, impulsando al alza a los «petroprecios», que, sin embargo, luego revirtieron la tendencia, presionados por un menor consumo de combustibles en China a raíz de las restricciones para frenar la covid-19

Calibrar los efectos que podrán tener en la demanda petrolera las primeras relajaciones de las severas medidas de contención que han empezado a aplicar algunas ciudades chinas es uno de los retos que afrontan los ministros de la OPEP+ (los trece países de la OPEP más otros diez, liderados por Rusia).

También está aún por verse cómo impacta el embargo que la Unión Europea (UE) empezará mañana a aplicar a todas las importaciones de crudo ruso, salvo las que llegan a Hungría por oleoducto.

Inciertos son asimismo los efectos del tope de 60 dólares/barril al petróleo que exporta Moscú a las naciones industrializadas acordado para reducir los ingresos del Kremlin.

Mientras que algunos esperan que la inusual medida alivie las facturas de la energía, otros advierten del riesgo de una escasez de combustibles en Europa y, por ende, de un nuevo encarecimiento.

El embajador ruso ante las organizaciones internacionales en Viena, Mikhaíl Ulyanov, afirmó el 3 de diciembre, que su país cortará las exportaciones a aquellos países que apliquen el tope.

«A partir de este año Europa vivirá sin petróleo ruso. Moscú ya ha dejado claro que NO suministrará petróleo a los países que apoyen la limitación de precios contra el mercado», escribió Ulyanov en su cuenta de Twitter y en otras redes sociales.

Por otro lado, se espera que la OPEP confirme oficialmente el nombramiento del ministro de Minas e Hidrocarburos de Guinea Ecuatorial, Gabriel Mbaga Obiang Lima, como presidente de turno de la organización en 2023.

El petróleo se ha abaratado de forma considerable en las últimas semanas, volviendo a niveles que no se veían desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania a fines de febrero.

Con el precio del barril de Brent en torno a los 85 dólares, y el petróleo intermedio de Texas (WTI) incluso por debajo de los 80 dólares, han quedado lejos los picos de casi 130 dólares alcanzados en marzo. EFE