El Grupo de Expertos para Asesoramiento Estratégico (SAGE), que emite recomendaciones sobre el uso de vacunas a la Organización Mundial de la Salud (OMS), aconsejó ayer que la producida por AstraZeneca contra la Covid-19 se use en personas mayores, a pesar de las dudas previas planteadas sobre su eficacia.
Se reconoció que en los ensayos clínicos de esta vacuna, desarrollada por la farmacéutica sueco-británica junto a la Universidad de Oxford, hubo una limitada participación de mayores de 65 años, lo que ha podido contribuir a las dudas sobre su eficacia, pero los análisis de SAGE concluyen que «los resultados en esas personas no son diferentes que en grupos más jóvenes».
Nuevas cepas
Respecto a las dudas que la vacuna de AstraZeneca ha planteado por su posible menor eficacia ante nuevas variantes del coronavirus, como las detectadas en Reino Unido y Sudáfrica, se afirmó que esto se ha notado sobre todo en casos leves y moderados de la enfermedad, pero «hay evidencias indirectas de que aún protegen contra casos graves».
«Considerando estos factores, no hay razón para desaconsejarla, tampoco en países que tengan circulación de las nuevas variantes del coronavirus» e incluso si éstas afectan a la protección de los vacunados, dijo el presidente de SAGE, el mexicano Alejandro Cravioto, en una rueda de prensa organizada por la OMS.
Será repartida por la OMS
Para la OMS, la vacuna de AstraZeneca reviste especial importancia porque seguramente será la primera que distribuya, ya a finales de este mes, en países de renta baja, a través de su programa Covax para intentar inmunizar a los países incapaces de adquirir grandes pedidos de vacunas.
Además, es una de las más baratas y puede conservarse en una nevera normal, sin necesidad de sistemas de ultrafrío, como los requeridos por las de Pfizer o Moderna, así que eso facilitaría su transporte a países en desarrollo.