El ganador del Premio Cervantes 2017 tiene una orden de prisión en su país por, supuestamente, realizar actos que fomentan el odio y la violencia.
Redacción MADRID
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, de 79 años, contra el que la Fiscalía de su país ha dictado una orden de detención, aseguró ayer en Madrid que regresar a Nicaragua supondría la cárcel y, por lo tanto, la muerte para él, por la falta de cuidados médicos: «ellos son muy despiadados», dijo en referencia al régimen de Daniel Ortega.
Ramírez, Premio Cervantes 2017, quien fue vicepresidente durante el primer Gobierno sandinista (1979-1990) y ahora es crítico con el presidente Daniel Ortega, fue acusado por la Fiscalía de «realizar actos que fomentan e incitan al odio y la violencia».
El escritor, que ha agradecido todos los apoyos que está recibiendo estos días, ha asegurado que este «exilio forzado» es lo más duro que podía vivir, el saber que tiene las puertas cerradas «por una dictadura enemiga de los libros» y agregó: «estoy siendo perseguido porque escribí una novela que desnuda atropellos, violaciones y asesinatos de decenas de jóvenes en 2018 y esa es la verdadera razón».
Se trata de la novela negra «Tongolele no sabía bailar», que la editorial Alfaguara publica el próximo 16 de septiembre en la que el autor habla del fin del sueño de la revolución. EFE