El régimen talibán no da respuestas precisas sobre la situación de las mujeres ni el futuro político de Afganistán hasta el momento.
Redacción KABUL
A ocho días de que el expresidente Ashraf Ghani huyera de Afganistán y las fuerzas talibanes tomaran la capital, Kabul, la situación en ese país continúa casi igual: miles de personas tratan de salir del país, principalmente por el aeropuerto; hay preocupación sobre la situación de las mujeres bajo el nuevo régimen y poco se ha aclarado sobre el futuro de la nación.
Desesperación por salir
Uno de los efectos del triunfo talibán fueron las escenas de miles de personas abarrotando el aeropuerto de Kabul e intentando embarcarse hacia cualquier destino, aunque no tuvieran pasaporte, visa ni pasaje.
La desesperación llevó a algunos a intentar viajar como polizones, lo que causó su muerte tras caer de aviones. Además, el desorden generó intercambio de disparos y el fallecimiento de más afganos.
El Ministerio de Defensa británico informó este domingo que, al menos, siete civiles murieron en el aeropuerto por el caos durante la última semana.
Cuando el Ejército estadounidense tomó el control del área militar en el interior del aeropuerto y los talibanes del área civil, el caos se concentró en el exterior, donde miles de personas llevan intentando desde hace una semana ingresar y abandonar el país en un vuelo de evacuación.
Hay empujones, estampidas, disparos al aire de las fuerzas de seguridad, golpes, lanzamiento de botes de humo y explosiones disuasorias. A pesar de ello, un gran número, algunos de ellos con niños, no desisten. Los últimos días incluso se vieron escenas de padres entregando a sus hijos a personal militar para que los lleven a cualquier destino en Occidente.
Situación femenina
El destino de las mujeres bajo el régimen talibán es una de las cosas que más preocupa al mundo. Esto porque cuando fueron poder a fines de los años 90, los talibanes las sometieron a un sistema religioso-social opresivo.
En este como en otros temas, los milicianos han tratado de mostrarse poco extremistas. Sin embargo, hay desconfianza sobre lo que hagan.
Algunas mujeres, y a pesar de que todavía continúan en Afganistán, han tenido el valor de mostrarse en vídeos colgados en las redes sociales o de salir a la calle con pancartas, para criticar que han comenzado ya a perder muchos de sus derechos.
Y como para tranquilizar las cosas, ayer un portavoz del grupo islamista aseguró en una entrevista con la cadena de televisión catarí Al Yazira, que los derechos de las mujeres en la Afganistán serán establecidos en el diálogo con otras fuerzas del país; no obstante, recordó que la ley islámica es clara en este sentido. EFE