El bitcóin no aumentó la llegada de remesas a El Salvador

El uso del bitcóin tampoco convence a los salvadoreños que viven en su país. Pocos usan la cartera virtual creada para realizar transacciones.
El uso del bitcóin tampoco convence a los salvadoreños que viven en su país. Pocos usan la cartera virtual creada para realizar transacciones.

Los salvadoreños residentes en el exterior desconfían de la criptomoneda, establecida por el gobierno como medio de pago desde septiembre.

Redacción MADRID

  A pesar del ahorro de comisiones que pueda suponer, buena parte de los salvadoreños que viven en España y en otros países como Italia se muestran reacios a sustituir los envíos tradicionales de dinero a su país por el bitcóin. La criptomoneda es de uso legal en El Salvador desde el 7 de septiembre. A pesar de ello, los migrantes desconfían de su funcionamiento y de los altibajos de cotización.

“No utilizaría el bitcóin ni en El Salvador ni en España ni en ningún lado; no quiero que mi país sea la ratita de laboratorio del mundo”, asegura a EFE Ana María, que vive en Madrid desde hace más de siete años.

“Antes de mandar dinero a casa, pregunto cómo está el cambio (euro/dólar), pero con el bitcóin no lo puedo saber con seguridad”, argumenta. Esta salvadoreña de 37 años manda una cantidad mensual a Morazán, donde nació.

Argumento poco convincente

El presidente Nayib Bukele dijo en agosto, que los salvadoreños que residen en el extranjero pagan 400 millones de dólares al año en comisiones por las remesas, y que el uso del bitcóin eliminaría esos costos.

Casi uno de cada cuatro salvadoreños trabaja en el extranjero, según la ONU (1,6 de sus casi 6,5 millones de habitantes).
La diáspora salvadoreña envió más de 25.000 millones de dólares en 2020, lo que supone el 22% del Producto Interno Bruto del país, según el Banco Mundial, convirtiéndolo en uno de los 10 países que más dependen del dinero de sus migrantes.

Por lo tanto, la entrada del país en el nuevo mundo de las remesas virtuales libres de comisiones podría generar un gran ahorro colectivo, ya que más del 3% de las cantidades transferidas desde fuera son comisiones de los intermediarios.

Las cosas, sin embargo, no marchan así. Incluso en el país, la propuesta de Bukele no convence. De momento, y a pesar de que cada ciudadano recibe 30 dólares gratis (con cargo al Estado) por abrirse una cuenta, pocos se fían de usar Chivo, la cartera virtual que ha creado el Gobierno para hacer transacciones o recibir pagos tanto en bitcoins como en dólares. EFE