La nueva misión de la NASA busca rastros de vida anterior en el planeta rojo, con miras a enviar una tripulación, próximamente.
El explorador robótico ‘Perseverance’, de la NASA, terminó ayer un viaje de casi siete meses desde la Tierra a Marte, marcando el comienzo de la búsqueda de vida anterior en el planeta rojo, con la ayuda de innovadores instrumentos tecnológicos.
La misión, denominada ‘Mars 2020 Perseverance’, de la agencia estadounidense, superó este jueves con éxito el peligroso descenso en el escarpado cráter Jezero, tras un recorrido de unos 470 millones de kilómetros, desde su partida en julio de 2020 en Cabo Cañaveral (Florida).
Llegada con éxito
“Perseverance está viva en la superficie de Marte», señaló la NASA tras tocar suelo marciano en la tarde de ayer.
El robot, el quinto de la NASA en Marte después de ‘Sojourner’, ‘Spirit’, ‘Opportunity’ y ‘Curiosity’, comenzó a rodar ayer sobre suelo marciano sin problemas, con la tarea de tomar muestras, estudiar la geología y clima del planeta rojo, preparando el camino para un viaje tripulado, aparte de buscar vida antigua.
El rover caracterizará la geología de Marte y el clima pasado, siendo la primera misión en recolectar y almacenar rocas y regolitos marcianos.
Muestras llegarán en 2031
Ya en suelo marciano, los retos de este vehículo de seis ruedas y unos tres metros de largo, se multiplican: ajustarse al difícil terreno y condiciones, probar los instrumentos, recolectar las muestras de rocas y sedimentos; bajo la incógnita de cuándo llegarán a Tierra esos especímenes.
No va a ser antes de 2031, explicó a Efe José Antonio Rodríguez Manfredi, responsable ante la NASA de una pequeña estación meteorológica a bordo del robot.
De unos 40 tubos del tamaño de cigarros, que el robot espacial ‘Perseverance’ pretende recolectar durante al menos dos años en suelo marciano, la meta es regresar a la Tierra un mínimo de 30 para su análisis, subrayó Manfredi.