Redacción LIMA
Las mundialmente conocidas ruinas saltaron a la fama gracias al estadounidense Hiram Bingham, quien difundió al resto del mundo la existencia de este tesoro arquitectónico de los incas, convertido en la joya turística de Perú y una de las siete maravillas modernas.
Fue el 24 de julio de 1911 cuando Bingham llegó por primera vez a Machu Picchu, que pese a estar cubierta por la maleza, pudo entender la enorme importancia de los restos arqueológicos que tenía frente a sus ojos y la necesidad de ponerlos en valor y dar a conocerlos a nivel internacional.
Sin embargo, no se puede decir que Bingham haya descubierto Machu Picchu, como apunta a Efe el director del parque arqueológico, José Bastante. «Machu Picchu nunca fue descubierta porque nunca estuvo perdida.