Las mujeres afganas temen que regresarán a la Edad Media

NORMAS. Las afganas quieren huir del país pues temen el retorno de las estrictas normas que les imponían los talibanes.
NORMAS. Las afganas quieren huir del país pues temen el retorno de las estrictas normas que les imponían los talibanes.

El régimen talibán ha prometido que aplicará normas menos severas que cuando gobernó el país hace 20 años, pero pocos creen en la promesa.

Redacción KABUL, MADRID

Malala, la premio Nobel de la Paz que sobrevivió en 2012 al ataque de talibanes, teme lo peor en Afganistán. La paquistaní, quien recibió disparos por defender la educación de las mujeres, habla de una “crisis humanitaria” en el país tras la toma del poder por parte de los talibanes.
«No podemos ver a un país retrocediendo décadas o siglos», dijo la activista pakistaní, de 24 años, en una entrevista con la cadena pública británica BBC.
«Debemos tomar posturas valientes para defender a las mujeres y las niñas» en Afganistán, subrayó Yousafzai, a quien cuando tenía 15 años un talibán le disparó en la cabeza cuando regresaba a casa en un autobús escolar.
Malala fue tratada de sus heridas en el Reino Unido, donde se asentó y ha estudiado una carrera en la Universidad de Oxford.

Tétrico panorama femenino

Pero no es la única con esa postura. Las mujeres, quienes desde la caída de los talibanes en 2001 habían ganado terreno en cuanto a derechos, buscan soluciones para no volver atrás. Las mujeres ahora estudian y trabajan. No requieren de compañía masculina para salir de sus casas. Pueden usar ropa occidental y maquillarse. O más bien, podían hasta el domingo 15 de agosto.

Ayer, sin embargo, Kabul estaba casi vacía de mujeres; particularmente empleadas de oficinas y estudiantes universitarias que se quedaron en casa por temor al regreso del régimen talibán, recordado por la brutalidad de sus castigos y la opresión a las mujeres.

«Espero que los talibanes permitan que las mujeres trabajen, asistan a la universidad y no les impongan el burka», dijo a EFE Hamida, una mujer de 40 años, que salió de casa solo para ir al hospital, cubierta con un velo negro que dejaba ver solo sus ojos, por seguridad.

Han asegurado que mantendrán los derechos alcanzados por las mujeres en las últimas dos décadas, y cuya pérdida representaría uno de los peores retrocesos para este país. Pero muchas mujeres, entre ellas artistas, políticas y activistas afganas, no se fían.

Mina, una afgana que vive en España desde los 7 años y donde goza de la libertad occidental, dice que teme por sus familiares. “No es retroceder unos años, es volver a la edad media”, asegura con firmeza. Ella se casó libremente con su marido en 2019 y ambos viven desde entonces juntos.

Khadija, cuñada de Mina y quien vive en Kabul, cree que a partir de ahora ninguna mujer podrá elegir su vida. Opina que la mayoría de los talibanes tiene “delirios y problemas mentales” y “no entiende lo que es Afganistán, muchos ni siquiera son de aquí”.

Afganistán ya era en 2011 el peor país donde una mujer podía vivir, según una encuesta de la fundación Thomson Reuters, y ahora todo indica que la situación para ellas solo va a empeorar. EFE