La Unasur se volvió un incómodo símbolo ideológico

Retorno. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo que su país se reintegrará al bloque regional, pero planteó cambiarlo de nombre.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo que su país se reintegrará al bloque regional, pero planteó cambiarlo de nombre.

En el afán de lograr la integración, mandatarios de la región quieren dejar atrás el nombre que se asocia al Socialismo del Siglo XXI.

Redacción BRASILIA

Luego de que los presidentes de los países suramericanos acordaron este 30 de mayo de 2023 establecer un «grupo de contacto» encabezado por los cancilleres para elaborar una «hoja de ruta» destinada a impulsar la integración de la región quedó claro que la Unasur se volvió un símbolo ideológico incómodo.

Esto lo dejó entrever el mismo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, cuando al inicio de la cita dijo que se debe buscar una integración que vaya más allá de las ideologías.

Unos días antes, el Gobierno brasileño dejó claro que el objetivo de la cumbre, que se celebró casi en su totalidad a puerta cerrada, era analizar la posibilidad de que la región vuelva a contar con un foro de integración «puramente suramericano», que sea «permanente, inclusivo y moderno».

El canciller brasileño, Mauro Vieira, incluso aclaró que no será una cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), fundada en 2008 por los doce países y luego abandonada por varios de los socios por razones ideológicas asociadas al Socialismo del Siglo XXI.

Luego de la cita del 30 de mayo de 2023 también hubo pronunciamientos sobre dejar atrás el nombre de Unasur. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, por ejemplo, dijo que su país se reintegrará al bloque, pero solicitó que se llame Asociación de Naciones Suramericanas, “para garantizar el pluralismo y la permanencia en el tiempo».

Colombia se retiró de la Unasur el 10 de agosto de 2018, apenas tres días después del inicio del mandato de Duque, quien consideraba que ese organismo era «cómplice de la dictadura venezolana».

Diferencias

La integración que se planteó en el ‘Consenso de Brasilia’ no solo implica borrar la carga ideológica de la Unasur, sino lograr un compromiso «con la democracia y los derechos humanos, el desarrollo sostenible y la justicia social, el Estado de derecho y la estabilidad institucional, la defensa de la soberanía y la no injerencia en asuntos internos».

Este punto, justamente, despertó resquemores en el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, quien dijo que ese artículo no terminaba de reflejar la situación venezolana.

Lacalle Pou también le protestó a Lula, quien la víspera, en una reunión bilateral con Maduro, calificó de «narrativas» las críticas sobre la falta de democracia o violaciones de los derechos humanos en Venezuela.

El líder conservador uruguayo dijo que se sintió «sorprendido» con esa calificación y fue respaldado por el socialista chileno Gabriel Boric, crítico de Maduro, quien sostuvo que lo que ocurre en Venezuela no es una «construcción narrativa», sino «una realidad seria«. EFE/LAHORA

La crisis del bloque

La Unasur entró en crisis en 2017 cuando los doce países miembros no pudieron ponerse de acuerdo sobre un nuevo secretario general, situación que se agravó por las posiciones encontradas sobre la crisis venezolana.

Entre 2018 y 2020, diversos estados latinoamericanos, entre ellos Argentina y Brasil, gobernados entonces por presidentes alineados a la derecha, decidieron salir del bloque, al asegurar que estaba ideologizado, por lo que la Unasur, en la que solo permanecieron Guyana, Surinam, Bolivia, Venezuela y Perú, quedó desactivada en la práctica.

Este año, Argentina y Brasil anunciaron su regreso al organismo.