La ayuda internacional no ha logrado estabilizar a Haití

ATRASO. Haití es el país más pobre del hemisferio y tiene poca institucionalidad que la respalde.
ATRASO. Haití es el país más pobre del hemisferio y tiene poca institucionalidad que la respalde.

Las misiones de la ONU no mejoraron la situación del país; inclusolo afectaron con la introducción de una epidemia de cólera.

NACIONES UNIDAS

Haití continuaba ayer en la búsqueda de los involucrados en el asesinato del presidente Jovenel Moise, ocurrido la madrugada del 7 de julio de 2021 en la capital. Ese mismo día, cuatro sospechosos del crimen murieron en un enfrentamiento con las fuerzas del orden y otros dos fueron capturados.

Mientras tanto, el país lanzó un llamado al mundo pidiendo ayuda en la investigación de la muerte de Moise y en el control de la violencia desatada en toda la nación caribeña.

Sin embargo, la efectividad de la ayuda es una cuenta pendiente de la comunidad internacional con el país más pobre de América. Se ha fracasado repetidamente en los intentos de estabilización después de que las potencias extranjeras complicaran durante décadas su progreso.

“¿Por dónde se empiezan a corregir décadas de inestabilidad?», se pregunta el experto Thomas Weiss, profesor del Centro de Graduados de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY), quien recuerda a EFE que, a pesar de haber dedicado mucha atención, la comunidad internacional nunca «ha resuelto realmente ninguna de las cuestiones básicas» en Haití.

Los intentos modernos de ayuda arrancan en la década de 1990, luego de que el gobierno de Jean Bertrand Aristide fuese derrocado y se iniciara una nueva época de inestabilidad en el país caribeño.

EE.UU., con el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU, lideró el envío de una fuerza con más de 20.000 efectivos al país para reponer a Aristide y supervisar la vuelta a la democracia.

A partir de entonces, el futuro de Haití quedó estrechamente ligado a Naciones Unidas, que permaneció sobre el terreno con sucesivas misiones de paz; la más conocida de ellas la Minustah, creada en 2004 tras un nuevo conflicto y la salida de Aristide, que había sido reelegido cuatro años antes.

La estabilidad, sin embargo, nunca se alcanzó y la situación continúa siendo volátil y la pobreza generalizada.

Desastres y cólera

Un devastador terremoto en 2010 hundió nuevamente a Haití, dejando unos 300.000 muertos y 1,5 millones de afectados. Y, para colmo, las tropas de Naciones Unidas enviadas para socorrer introdujeron en el país un brote de cólera que terminó por causar al menos 10.000 muertes, lo que dejó por los suelos la imagen de la organización entre los haitianos.

A pesar de que la organización se comprometió a recabar apoyo para las víctimas, un informe hecho público el año pasado por expertos independientes denunciaba que no ha habido ninguna compensación y que los proyectos de ayuda, con muy poca financiación, han sido prácticamente simbólicos.

Y tras 13 años, Naciones Unidas puso fin a la Minustah en 2017, asegurando que el país estaba preparado para hacerse cargo de su propia situación. Algo que ahora está en tela de duda. EFE