Europa busca saciar su ‘sed’ de hidrocarburos

Imagen de un depósito subterráneo de gas cerca de la localidad de Ragana, en Letonia. El gas es la principal preocupación europea.
Imagen de un depósito subterráneo de gas cerca de la localidad de Ragana, en Letonia. El gas es la principal preocupación europea.

Tras la invasión a Ucrania, la Unión Europea intenta romper su dependencia energética de Rusia. Noruega, países africanos y Catar son candidatos.

Redacción DOHA

La disputa entre Occidente y Rusia tras la invasión a Ucrania ha llevado a Europa a buscar fuentes alternativas de hidrocarburos ante la posibilidad de que Moscú cierre la llave de su petróleo, carbón y, sobre todo, gas, al ‘Viejo continente’.

Por ello, Europa baraja posibilidades junto con Estados Unidos. La primera es la propia potencia mundial, que se comprometió a aumentar sus envíos en barco de Gas Natural Licuado (GNL) a Europa en 15.000 millones de metros cúbicos. Estos se sumarán a los 22.000 millones de metros cúbicos del año pasado. Pero ese esfuerzo es insuficiente, por lo que se buscan otras fuentes.

La posibilidad es apetecible para cualquier candidato a suplir los hidrocarburos rusos si se toma en cuenta que Rusia vende unos 155.000 millones de dólares al año.

Un aspirante potencial es Noruega, por su cercanía y volumen de producción. Gracias a sus inmensos yacimientos marinos, el país nórdico es el tercer exportador mundial y cubre el 20% de la demanda del gas natural europea.

Argelia, Nigeria, Tanzania y otros países de África también aparecen en el radar de muchas de las grandes petroleras con negocios en Europa, que están tratando de cerrar acuerdos en el continente.

Un serio candidato

Pero una de las opciones más serias que se estudia, aunque no necesariamente la única, es Catar, país que entre finales de noviembre y diciembre albergará el Mundial de Fútbol.

Con menos de 3 millones de habitantes, junto a Australia, ese pequeño país de Medio Oriente es el mayor exportador de gas natural licuado (GNL) del mundo.

Un punto clave es que siendo una monarquía semiconstitucional con el emir como jefe de Estado, y el primer ministro como jefe de gobierno, Catar no tiene que pasar por complejos procesos de toma de decisiones, ni conseguir el respaldo político de distintos partidos. Una organización política que no avala procedimientos democráticos, pero que Occidente estaría dispuesto a ignorar por el momento.

Además, que Catar produzca Gas Natural Licuado (GNL) es una ventaja pues, es más fácil de transportar que otras variantes: puede hacerse en barcos y no necesita de grandes oleoductos. (DLH)