El grupo armado hizo ese pronunciamiento luego del asesinato de nueve militares. Dicen que los uniformados tienen comportamientos «terroristas».
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha confirmado este lunes su interés por seguir con el proceso de negociación y ha insistido en que los últimos ataques, en los que murieron nueve militares, fueron en «legítima defensa».
«Reiteramos la voluntad y nuestra disposición para trabajar y alcanzar un cese bilateral del fuego, sus respectivos protocolos y los mecanismos de veeduría y verificación», ha señalado el Comando Central del ELN en un comunicado.
«El proceso de diálogos aún se está desarrollando en medio del conflicto, todavía no se ha pactado un cese bilateral del fuego, si bien ya estamos trabajando con el Gobierno para lograrlo, hay acciones de lado y lado no son sólo las del ELN», ha subrayado la guerrilla.
En ese sentido, ha criticado que las autoridades y los medios de comunicación se «escandalicen» por los últimos hechos y ha recordado que «como fuerza contendiente», mientras no haya un alto el fuego y sigan siendo objetivo de las fuerzas militares tienen «el derecho a la defensa».
En lo que respecta al atentado de la semana pasada en un área rural de Norte de Santander, en el que murieron nueve militares, el ELN dice conocer «los dolores» de este tipo de acciones porque ellos los han sufrido, pero han recalcado su derecho a la defensa mientras los militares sigan con su «comportamiento terrorista».
El ELN ha puesto como ejemplo de ello la ejecución de siete miembros el 28 de enero en un área rural de Buenaventura, cuando estaban «desarmados» y en «estado de indefensión», así como la del jefe del frente José Antonio Galán, Luis Gabriel Zea Bernal, en el municipio de Remedios, en Antioquia, ese mismo día.
En paralelo a esta declaración, el máximo jefe del grupo armado, Eliécer Chamorro Acosta, alias ‘Antonio García’, ha incidido en esta cuestión y ha denunciado que las fuerzas del orden colombianas puedan hacer uso de la fuerza como hasta ahora, y ellos sean criticados por defenderse.
Esta idea de lo «legítimo» solo para un bando, ha dicho, es en gran parte «origen y centro» del conflicto armado en Colombia. En lo que respecta a un alto el fuego, ha acusado al Gobierno de ser «esquivo y poco cumplidor» en otras ocasiones, aunque confía en llegar a un acuerdo en el que ambas partes sean «interpretadas y respetadas» y en donde ninguna «pretenda sacar ventajas».
Por otro lado, ha salido al paso de las declaraciones que han puesto en duda la unidad del grupo armado y ha subrayado que el representante en la mesa de negociación, Israel Ramírez, alias ‘Pablo Beltrán’, «tiene toda la autoridad y el reconocimiento de todas las estructuras del ELN».
En ese sentido, ha señalado que «es comprensible» que algunos frentes del grupo armado expresen públicamente sus interrogantes acerca del proceso de paz del Gobierno, «pues el país no ha cambiado».
«Tampoco hemos pactado nada, aparte de la agenda. Estamos abiertos a valorar de manera positiva los esfuerzos que haga el Gobierno para que Colombia pueda ser más justa y democrática», ha dicho el líder del ELN. (Europa Press)