El Gobierno de Donald Trump presentó el primer caso de terrorismo contra un supuesto líder del Tren de Aragua en Estados Unidos.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado este 24 de abril de 2025 el primer caso de terrorismo contra un supuesto líder del grupo criminal venezolano Tren de Aragua, dos meses después de que el Gobierno incluyera a esta banda en su ‘lista negra’ junto al mexicano Cártel de Sinaloa y la Mara Salvatrucha de El Salvador.
El imputado ha sido identificado como José Enrique Martínez Flores, alias ‘Chuqui’ de 24 años, un supuesto alto cargo del grupo que opera desde Bogotá, la capital de Colombia, y que formaría parte del «círculo interno» de la cúpula del Tren de Aragua, según ha informado el Departamento en un breve comunicado.
El motivo de la imputación se basa en su supuesta colaboración a la hora de traficar y distribuir cocaína a nivel internacional, siguiendo los objetivos de la organización criminal, tal y como ha recogido la cadena de televisión CNN. Flores –que cuenta con la nacionalidad venezolana— fue detenido el 31 de marzo en Colombia después de que las autoridades estadounidenses emitieran una orden al respecto.
Política antiinmigratoria
Esta medida se enmarca en las nuevas políticas antiinmigratorias de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, que han suscitado la polémica, especialmente en lo relativo a la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros, que permite encarcelar en El Salvador a migrantes irregulares acusados de pertenencia a organizaciones terroristas.
La ley, que data del siglo XVIII, solo se ha invocado en tres ocasiones anteriores en la historia de Estados Unidos, la más reciente durante la Segunda Guerra Mundial, para recluir a civiles estadounidenses de origen japonés en campos de internamiento. EUROPA PRESS
Los detalles de la detención de alias ‘Chuqui’
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha señalado a José Enrique Martínez Flores, alias ‘Chuqui’, quien fue acusado a principios de abril por un gran jurado federal de Houston, en el estado de Texas, de «brindar apoyo material mediante personal (incluido él mismo) y servicios», así como de «conspirar para la distribución de cocaína en Colombia con la intención de distribuirla en Estados Unidos».
Por todos estos delitos, Flores –que la acusación considera como parte del «círculo íntimo» de los dirigentes de la organización–, se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua y una multa de diez millones de dólares.
Las informaciones presentadas ante el tribunal del distrito de Sur de Texas, apuntan asimismo a que el joven es un «líder de alto rango» de Tren de Aragua en Bogotá, Colombia, donde permanece tras ser detenido a finales de marzo por las autoridades del país latinoamericano a petición de Estados Unidos.
El arresto de Flores ha sido posible gracias a una operación conjunta de las autoridades estadounidenses y colombianas en lo que la fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi, ha destacado como «un punto de inflexión», asegurando que el «Departamento de Justicia (…) desmantelará esta organización maligna, que ha destruido familias estadounidenses y envenenado nuestras comunidades».
Este anuncio llega después de que hace varios días la Fiscalía de Colombia imputara varios delitos, entre ellos de homicidio, extorsión y tráfico de drogas, a otros cuatro supuestos miembros de Tren de Aragua que operan en Bogotá.
El ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, ha salido al paso de estas acusaciones, negando que estas personas sean miembros de la banda, alegando que esta fue «neutralizada» tiempo atrás por las fuerzas de seguridad venezolanas, según recoge la cadena de televisión del país VTV.