Bolivia atraviesa una de sus peores crisis en abril de 2025, marcada por una grave escasez de combustibles, inflación descontrolada y fracturas políticas internas. La situación ya genera impactos en países vecinos y amenaza con desestabilizar a toda Sudamérica.
En abril de 2025, Bolivia enfrenta una de sus peores crisis en décadas: escasez de combustibles, inflación, divisiones políticas y presión social sin precedentes. La inestabilidad amenaza con expandirse a toda Sudamérica.
El país donde el combustible se volvió un lujo
Las calles de La Paz, otrora colapsadas por minibuses y taxis colectivos, hoy amanecen silenciosas. Las largas filas frente a las estaciones de servicio son la imagen cotidiana de una nación que agoniza por la falta de combustibles. Bolivia, que alguna vez se jactó de ser el «corazón energético de Sudamérica«, enfrenta hoy una dolorosa ironía: sus reservas de gas han tocado fondo y el modelo económico que las sostenía se derrumba.
Bloomberg advierte que el país se asoma a una recesión prolongada, consecuencia directa de su dependencia de los recursos naturales. Las exportaciones de gas a Brasil y Argentina, que eran pilares de la economía, se han desplomado. El grifo se cerró, y con él se apagan los motores de la economía boliviana.
Contrabando en las venas de la frontera
Donde escasea lo legal, prospera lo clandestino. En las fronteras con Perú y Chile, el contrabando de combustibles ha resurgido con fuerza. France 24 documenta cómo los caminos fronterizos se han convertido en rutas clandestinas para el tráfico de gasolina y diésel a precios exorbitantes.
Las mafias del contrabando operan con precisión quirúrgica, aprovechando las grietas del Estado. Lo que inició como un salvavidas para comunidades marginadas se ha transformado en un negocio millonario para redes delictivas.
El malestar social: un volcán a punto de estallar
En todo el país, la inflación castiga a los hogares. La canasta básica sube cada semana, mientras el salario pierde poder adquisitivo. Según BBC Mundo, la inflación de alimentos ya supera el 12% y los bloqueos de carreteras han paralizado el comercio interno.
La furia ciudadana crece. El presidente Luis Arce promete soluciones que no llegan, y la desconfianza escala. La sensación de que el Estado ha perdido el control alimenta la protesta.
Litio, sequía y una triple amenaza ambiental
A la crisis energética y política se suma un desafío ambiental. Las sequías prolongadas asfixian a los agricultores y, en el salar de Uyuni, las extracciones masivas de litio amenazan con agravar la escasez de agua.
The Guardian advierte que la presión por explotar el llamado “oro blanco” choca con la urgencia ambiental. Bolivia podría estar hipotecando su futuro ecológico para sobrevivir al presente.
El poder en disputa dentro del MAS
Dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), las grietas se profundizan. Mientras Luis Arce pierde apoyo, el vicepresidente David Choquehuanca gana protagonismo como interlocutor con las bases sociales.
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El País destaca que esta pugna podría detonar una reconfiguración del poder político. La pregunta no es si habrá un cambio, sino cuándo, cómo y con qué consecuencias.
Efectos dominó: ¿qué puede pasar en Sudamérica?
La crisis boliviana ya tiene efectos regionales. El contrabando afecta a los mercados de Chile y Perú, y el temor a migraciones masivas crece. La volatilidad energética regional se intensifica.
Ecuador, atento al comercio andino y a los flujos migratorios, observa con cautela. La historia enseña que cuando Bolivia tiembla, la región siente las réplicas.