Colombia analiza volver a usar glifosato para la lucha antidroga

Proceso. Un integrante de la Policía de Colombia fumiga un cultivo de coca durante una jornada de erradicación de cultivos ilícitos en la zona rural de Tumaco. (EFE)
Proceso. Un integrante de la Policía de Colombia fumiga un cultivo de coca durante una jornada de erradicación de cultivos ilícitos en la zona rural de Tumaco. (EFE)

Suspendido desde 2015 por los daños a la salud que puede causar, el Gobierno espera que en el 2021 pueda volver a usarse.

La controversia por la reanudación de las aspersiones aéreas de cultivos ilícitos con glifosato se ha reavivado en Colombia, este 13 de abril de 2021, con el decreto del Gobierno que reglamenta dicha práctica, suspendida desde 2015 por los daños a la salud que puede causar el herbicida.

El Gobierno ha manejado el tema del glifosato «con pinzas», pues sabe que por un lado tiene encima los ojos de Estados Unidos y, por el otro, la oposición de distintos sectores políticos y sociales que rechazan ese método por los riesgos para la salud y el medioambiente.

Las alternativas son la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, estipulada en el acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016 con la antigua guerrilla de las FARC y apoyada por los campesinos, además de la erradicación manual, que involucra a numerosos policías y soldados, con frecuencia blanco de ataques armados mientras hacen esa labor.

Críticas

La Coordinadora Nacional de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana (Coccam), manifestó su rechazo al decreto con el que se pretenden reanudar las aspersiones y mostraron su incomprensión a que el Gobierno «insista en hacer trizas el acuerdo de paz», cuando el 98% de las familias que hacen parte del Plan Nacional Integral de Sustitución (PNIS) han cumplido sus promesas de erradicación voluntaria de cultivos.

La Coccam llamó, en un comunicado leído el 13 de abril, «a pronunciarse y movilizarse» a otras organizaciones «ante este golpe del Gobierno en contra de la construcción de paz con justicia social y ambiental».

Juan Fernando Cristo, quien era ministro del Interior en 2015, cuando se suspendieron las aspersiones aéreas con glifosato, durante la presidencia de Juan Manuel Santos, dijo que «es comprobado que la fumigación con glifosato a los cultivos ilícitos causa cáncer y severos daños ambientales. Y viene después la resiembra. Es ineficaz además».

Justificación

El Gobierno, por medio del ministro de Defensa, Diego Molano, asegura que la fumigación aérea, cuando se reanude, se hará con precisión para evitar daños a la salud, el medioambiente y a los cultivos de subsistencia cercanos a las zonas de aspersión.

También ha explicado que la fumigación aérea se realizará únicamente «donde hay cultivos extensivos, industriales y particularmente donde hay presencia de grupos al margen de la ley», y también fuera de parques naturales y lejos de humedales, manglares, cuerpos de agua y centros poblados.

Aún esperan autorización

El decreto aprobado por el Gobierno este 12 de abril de 2021 no significa la reanudación inmediata de las aspersiones, pues aún es necesario el visto bueno del Consejo Nacional de Estupefacientes, integrado por varios ministros y otros organismos como la Fiscalía y la Procuraduría, pero el debate ya está servido.

«El propósito del decreto es claro y es poner en ejecución la estrategia por aspersión aérea. No está claro si va a ser con glifosato porque el Gobierno dice que es una alternativa y que está buscando otras», explicó a Efe el analista Jairo Libreros, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Externado de Colombia.

«La fumigación con glifosato es un grave error por donde se le mire: no soluciona el problema de las drogas, pone en riesgo la salud de las personas y genera múltiples afectaciones ambientales”.

Sergio Fajardo
Excandidato presidencial