Redacción SAO PAULO
La polarización política que vive Brasil ante los comicios de octubre próximo se agudizó aún más al conocerse este lunes la renuncia a la carrera electoral del socialdemócrata Joao Doria, hasta hace poco gobernador de Sao Paulo.
Doria, de 64 años, un empresario metido a la política, se había convertido desde el puesto de gobernador de Sao Paulo en uno de los mayores críticos de la gestión presidencial del ultraderechista Jair Bolsonaro.
A pesar de los malos datos que le daban las encuestas decidió lanzarse a la carrera presidencial para ocupar una posición de la llamada «tercera vía», entre el derechista Bolsonaro y el izquierdista y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Pero este lunes, en un acto inesperado que duró doce minutos y acabó en medio de lágrimas, Doria tiró la toalla al anunciar que no se presentará a los comicios del 2 de octubre, «con el corazón herido, pero con el alma liviana», según señaló.
Doria, que ocupaba el máximo puesto administrativo del estado más poblado y con la economía más pujante de Brasil, fue gobernador de Sao Paulo durante tres años, hasta el 1 de abril pasado, cuando dejó su cargo por imperativo legal y para volcarse a la carrera electoral.
Consciente de la polarización entre Lula y Bolsonaro, Doria recalcó en su mensaje que el país «necesita una alternativa para ofrecer a los votantes que no quieren extremos». EFE