Borrell: la guerra y el aumento de precios «es una prueba de resistencia»

El representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

La invasión a Ucrania y el efecto de las sanciones para Rusia son una prueba de resistencia, dice la Unión Europea. No hay alternativa, dice.

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, afirmó hoy que «la sociedad europea tiene que ser consciente» de que la guerra de Rusia contra Ucrania y sus efectos sobre el aumento de la inflación y de la energía «es una prueba de resistencia».

«La sociedad europea tiene que ser consciente de que esta es una prueba de resistencia y nosotros tenemos que tener la resistencia suficiente para seguir apoyando a Ucrania. No tenemos otra solución. Ellos tampoco», dijo Borrell en una rueda de prensa al término de la reunión que los ministros de Exteriores de la UE celebraron hoy en Bruselas.

El jefe de la diplomacia comunitaria aseguró estar «convencido de que (el presidente ruso, Vladimir) Putin cuenta con la fatiga de la democracia», porque «cree que las democracias son débiles, pero «la sociedad europea -dijo- no puede permitirse la fatiga».

«Esas son consecuencias de la guerra. Las guerras tienen estas consecuencias. Afortunadamente nosotros no sufrimos bombardeos como los ucranianos, ni tenemos que exiliarnos de nuestras casas. Pero sí, el mundo entero sufre las consecuencias de una guerra y de las políticas que Putin está usando para acompañar esta guerra», dijo Borrell.

Las sanciones 

Para hacerle frente, los gobiernos europeos «tienen que seguir manteniéndose en la decisión que han tomado» de aprobar sanciones contra Rusia desde el inicio de la invasión de Ucrania, el pasado 24 de febrero.

«Las sanciones no son un error», aseguró Borrell, quien argumentó que «es completamente falso» que el veto que la UE ha acordado para finales de año a la importación del petróleo ruso que recibe por vía marítima sea el causante de su aumento de precio.

El precio del petróleo «ha alcanzado el mismo nivel que tenía justo antes de que la guerra empezase», afirmó el alto representante, mostrando un gráfico a la prensa.

En la misma línea se expresó el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, que aún reconociendo que «hay matices de un país a otro» respecto a la implementación de las sanciones, «lo importante» es que «son una decisión correcta y tienen que continuar».

Precisamente los ministros de Exteriores abordaron brevemente la nueva ronda de medidas que presentó el viernes la Comisión Europea y que consisten, principalmente en un veto a las importaciones de oro ruso y a la incorporación de nuevas personas a la lista de sanciones de la UE.

Los detalles, no obstante, los analizaron esta tarde los embajadores de los Veintisiete ante la UE.

Las armas

Los ministros sí acordaron destinar 500 millones de euros (508 millones de dólares) más para financiar el envío de armas a Ucrania, procedentes del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, en una decisión que requiere aún la aprobación formal de algunos parlamentos nacionales, algo que se considera un mero trámite.

Cuando se apruebe el nuevo desembolso, la UE habrá destinado ya 2.500 millones (2.540 millones de dólares) del fondo para compensar parte del dinero que los Estados miembros están gastando para mandar armamento a Kiev.

«Mientras Bruselas se está yendo de vacaciones, es una buena oportunidad para recordar que las tropas rusas no tienen planes de coger días libres», dijo el ministro de Exteriores de Lituania Gabrielius Landsbergis.

Combate a la desinformación

Los países de la UE también acordaron combatir la desinformación que promueven países como Rusia y acordaron que la diplomacia digital debe ser «un componente básico y en una parte fundamental de la acción exterior de la UE».

Los asuntos digitales «no solo son un asunto de ingenieros», sino que serán «el campo de batalla de los valores y las narrativas», afirmó Borrell. (EFE)