La Agencia Europea del Medicamento (EMA) concluyó este 7 de abril de 2021 que el desarrollo de tromboembolismos muy raros se incluirá como un efecto secundario de la vacuna de AstraZeneca, por la existencia de un posible vínculo con los casos reportados tras la vacunación, pero mantuvo una opinión positiva sobre su beneficio contra la Covid-19.
Aunque cuatro semanas de investigación no han permitido definir factores de riesgo específicos que expliquen el desarrollo de coágulos sanguíneos inusuales en personas que recibieron la vacuna de AstraZeneca, la EMA sí ve que hay una “fuerte asociación” de estos “eventos adversos” y que son una “señal de que existe una probable relación causal” entre el fármaco y los tromboembolismos muy raros.
Si no es la edad, ni el sexo, ni un historial clínico previo lo que supone un riesgo de desarrollar tromboembolismos, ¿cuál podría ser la causa de estas coagulaciones?
“Una explicación plausible de estos eventos raros es que sean una respuesta inmunológica que conduce a una condición similar a la que se observa en ocasiones en pacientes tratados con heparina, lo que se denomina trombocitopenia inducida por heparina (HIT)”, explicó en una rueda de prensa telemática Emer Cooke, la directora ejecutiva de la EMA.
Cooke señaló que el comité de seguridad (PRAC) “ha confirmado que el beneficio de la vacuna de AstraZeneca en prevenir la Covid-19 supera el riesgo de efectos secundarios”, recordando que esta es “una enfermedad muy seria con altas tasas de hospitalización y muerte, y cada día causa miles de muertes en toda la Unión Europea (UE)”.
Hasta ahora, la mayoría de los casos de tromboembolismos notificados han ocurrido en mujeres menores de 60 años