Aranceles al acero enfrentan a EE.UU. y Europa

SECTOR. Rollos de acero en una fábrica europea. EUROPA PRESS
SECTOR. Rollos de acero en una fábrica europea. EUROPA PRESS

La Unión Europea decidió aplicar contramedidas por 28.301 millones de dólares  a los aranceles «injustificados» de Estados Unidos al acero, una industria que con esto ha recibido una estocada mortal.

La Unión Europea impondrá a partir de abril de 2025 aranceles por valor de hasta 28.301 millones de dólares a una amplia gama de productos procedentes de Estados Unidos en respuesta a los aranceles «injustificados» del 25% que la nueva Administración de Donald Trump aplica desde este 12 de marzo a las importaciones de acero y aluminio europeo.

El Ejecutivo comunitario «lamenta la decisión de Estados Unidos de imponer tales aranceles, que son injustificados y perjudiciales para el comercio transatlántico, dañinos para las empresas y consumidores y que a menudo resultan en precios más altos», resumen los servicios comunitarios en la primera respuesta a Washington.

Bruselas reactivará los aranceles que impuso en anteriores crisis comerciales de 2018 y 2020 para responder a los daños por valor de $8.700 millones a producciones europeas y pondrá en marcha un nuevo paquete en respuesta a las nuevas tasas estadounidenses que afectan a más de 19.591 millones de dólares de contingentes europeos.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dejado claro que la UE «lamenta profundamente» las medidas de Estados Unidos porque los aranceles «son unos impuestos» y en un contexto de tantas «incertidumbres geopolíticas y económicas» este tipo de medidas sólo pueden dañar la economía.

Bruselas estima en unos 28.000 millones de dólares el impacto de los aranceles estadounidenses sobre el acero, el aluminio y productos derivados europeos, por lo que responde con tasas a las importaciones de una variada gama de productos estadounidenses que va desde alimentos hasta marcas emblemáticas como el whiskey Bourbon o las motocicletas Harley-Davidson.

Fuentes comunitarias explican que, a diferencia, de las ocasiones anteriores, esta vez Estados Unidos incluye productos derivados del aluminio lo que amplía enormemente el ámbito de impacto y podrán darse casos en los que se vean afectadas industrias europeas cuyas piezas de aluminio gravadas proceden en realidad de Estados Unidos.

El bloque europeo no descarta que el caso llegue a la Organización Mundial del Comercio (OMC) o que Bruselas recurra a otros instrumentos de represalia como el mecanismo contra injerencias extranjeras, pero las fuentes consultadas insisten de momento en el paquete anunciado para «mostrar la determinación» de los 27, aunque apuntan que «todas las opciones están sobre la mesa».

De este modo, los expertos esperan «golpear donde más duele» en la economía estadounidense y explican que el umbral de productos listados por la UE apuntan sectores que puedan ser emblemáticos para los norteamericanos pero tengan un menor coste para los europeos.

Abiertos al diálogo

«Coincide con el alcance económico de los aranceles estadounidenses», ha justificado Von der Leyen, quien pese a todo insiste en que la Unión Europea apuesta por «entablar un diálogo» que permita una salida negociada y por ello ha encargado al comisario de Comercio, Maros Sefcovic, «retomar sus conversaciones para explorar mejores soluciones con Estados Unidos».

Sefcovic, que habla en nombre de los 27 en materia comercial, admitió en declaraciones a la prensa la semana pasada que, pese a sus intentos por resolver la crisis -incluido un reciente viaje a Washington–, debía asumir que el Ejecutivo de Trump «no está implicado» en negociar una salida.

Ahora, en su primera reacción a la formalización de los aranceles a las producciones europeas, el comisario de Comercio ha avisado de que la UE y Estados Unidos deberían centrarse en «hacer que esta relación sea más fuerte y no más débil» pero que la estrategia de Washington va «en la dirección equivocada».

También ha subrayado que en lo que se refiere a los sectores del acero y del aluminio, las dos regiones «comparten retos comunes como la sobrecapacidad global dirigida por prácticas no de mercado», en referencia velada a China, y ha insistido en que la UE es «parte de la solución, más que un problema».

Entre tanto, la Asociación Europea del Acero (Eurofer), que acoge a las principales empresas siderúrgicas europeas, incluyendo ArcelorMittal, Acerinox o Celsa, ha advertido de que los aranceles estadounidenses representan una amenaza para el futuro del sector y pueden ser «el último clavo en el ataúd» para la siderúrgica europea, por lo que reclaman a la Unión Europea una revisión efectiva de las medidas de salvaguardia del acero. EUROPA PRESS

Medidas se aplicarán en dos fases

Las contramedidas europeas entrarán en vigor el 1 de abril porque deben cumplirse varios pasos procedimentales, lo que deja cierto espacio para tratar de buscar un acuerdo con Estados Unidos.

La primera parte de los aranceles que prepara Bruselas corresponden a los que se activaron en el pasado y que están suspendidos hasta el próximo 31 de marzo, en virtud de un acuerdo con anteriores Administraciones norteamericanas.

La segunda parte del paquete llevará algo más de tiempo y los servicios comunitarios estiman que estará todo listo para su aplicación «a partir de mediados de abril».

De momento, la primera lista de productos potencialmente afectados —desde la agricultura hasta el textil y productos industriales-– ha sido publicada por Bruselas y está abierta a los comentarios de los grupos de interés europeos para terminar de perfilar las producciones gravadas.

Después, el Ejecutivo comunitario establecerá una lista definitiva, afianzará la base legal y someterá a consulta el paquete a los 27 para contar con su respaldo antes de que Bruselas adopte formalmente su aplicación.

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